A lo largo del año muchos nombres de películas y actores comienzan a postularse como nominados, acaparando otros premios en festivales y certámenes. Hasta que llega el día de las nominaciones y empieza hablarse de actores favoritos y de Oscars "cantados" -como la mayoría de esta noche- que son aquellos cuyos posibles ganadores aparecen en todas las quinielas de la prensa especialicada y los blogs. Todo eso da igual. Hay algo mágico en estos premios que ni la previsibilidad más absoluta puede empañarlos. Porque cuando el actor o la actriz de turno está en el escenario leyendo los nominados, en los segundos que tarda en abrir el sobre y decir el ganador, no importan los favoritos o que el Oscar esté cantado, ni la cantidad de reconocimientos, méritos y premios que hayan acaparado los nominados a lo largo de la carrera hacia la ansiada estatuilla dorada. Tienes la sensación de que puede ganar cualquiera. Y esos segundos mágicos y adrenaliníticos es lo que nos engancha de estos premios. Y hace que trasnochemos con la esperanza de que surja la sorpresa y no salga ese Oscar "cantado" del que todo el mundo lleva hablando un mes y con el que tu no estás nada de acuerdo. Y sinceramente, cuando un nombre empieza a sonar como ganador, dificilmente hay sorpresas después. Pero no importa, esos segundos de incertidumbre habrán valido la pena.
Y nosotros estamos muy contentos porque no estaba previsto que BIRDMAN (O LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA) -Título completo que acortaremos a partir de ahora cada vez que tengamos que repetirlo- triunfase en los apartados de Película y Dirección. Desde que Boyhood se alzase con el Globo de Oro a la mejor película dramática, aparecía en todas las quinielas. Y no es ningún secreto que desde estas páginas se ha apoyado a Birdman o a El Gran Hotel Budapest porque Boyhood nos parece una cinta sobrevalorada. Incluso el único Oscar conseguido para su secundaria Patricia Arquette -Vestida de Meryl Streep y menos porcina que de costumbre- nos parece bastante cuestionable.
Así que la cuenta se salda de la siguiente manera. La ganadora es Birdman con cuatro estatuillas por las categorías de Mejor película, dirección, guión original y fotografía. Cuatro estatuillas también ha conseguido El Gran Hotel Budapest en el apartado artístico -Diseño de producción, vestuario, maquillaje y peluquería y Banda Sonora Original- un empate numérico que en realidad no lo es, porque las categorías en las que ha ganado Birdman pesan algo más.
Tras los tres Oscars obtenidos por Whiplash (secundario, montaje y mezcla de sonido) todas las películas muy nominadas (Descifrando Enigma, El Francotirador, La Teoría del Todo y Boyhood) se han llevado un Oscar cada una. Podría haber sido la noche completa de Birdman si no hubiese pinchado en el apartado interpretativo. Pero pensando en la espectacularidad de la gala, es mucho más entretenida cuando los premios están muy repartidos.
En el apartado interpretativo se puede decir que los cuatro Oscars estaban cantados. En la categoría de mejor actor también sonaba el nombre de Michael Keaton en muchas quinielas, pero era complicado que ganase ante una creación como la que hizo Eddie Redmayne con el personaje de Stephen Hawkins. Además, ya sabemos que los académicos mueren por premiar interpretaciones de personajes dramáticos con handicap -Dustin Hoffman en Rain Man, Daniel Day Lewis en Mi Pie Izquierdo o Marlee Matlin en Hijos de un Dios Menor- o salidos de un biopic -Jamie Foxx en Ray, Marion Cotillard en La Vie en Rose o Philip Seymour Hoffman en Capote- y si reune las dos cosas en un mismo personaje, como en La Teoría del Todo, el Oscar está servido.
A Julianne Moore por fin le dieron ese Oscar que le debían desde hace mucho tiempo y todos lo sabíamos. Su interpretación en Siempre Alice es honesta, conmovedora y soberbia -una constante en su carrera, por otro lado-.
En cuanto a los secundarios, tanto el nombre de Patricia Arquette como el de JK Simmons llevaban sonando desde hace tiempo y, de los cuatro actores ganadores, probablemente será Simmons quien se beneficie más de este Oscar. Puede ocurrirle lo que le ocurrió a Kathy Bates y Anthony Hopkins que de ser dos nombres a los que solo los cinéfilos ponían cara, se convirtieron en omnipresentes después de ganar el Oscar.
La Ceremonia
Lo llevamos diciendo desde hace años, lo sentimos por los cortometrajistas porque en sus categorías se cuecen los nuevos talentos y por supuesto que es una medida drástica proponer que se entreguen fuera de la ceremonia y que se incluyan en un clip de varios segundos -como están haciendo con los honoríficos o los técnicos- pero si queremos mirar por la espectacularidad de la gala, es necesario hacerlo -Y en Los Goya, ni os cuento- porque la ralentiza y alarga hasta el bostezo.
Y nosotros estamos muy contentos porque no estaba previsto que BIRDMAN (O LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA) -Título completo que acortaremos a partir de ahora cada vez que tengamos que repetirlo- triunfase en los apartados de Película y Dirección. Desde que Boyhood se alzase con el Globo de Oro a la mejor película dramática, aparecía en todas las quinielas. Y no es ningún secreto que desde estas páginas se ha apoyado a Birdman o a El Gran Hotel Budapest porque Boyhood nos parece una cinta sobrevalorada. Incluso el único Oscar conseguido para su secundaria Patricia Arquette -Vestida de Meryl Streep y menos porcina que de costumbre- nos parece bastante cuestionable.
Así que la cuenta se salda de la siguiente manera. La ganadora es Birdman con cuatro estatuillas por las categorías de Mejor película, dirección, guión original y fotografía. Cuatro estatuillas también ha conseguido El Gran Hotel Budapest en el apartado artístico -Diseño de producción, vestuario, maquillaje y peluquería y Banda Sonora Original- un empate numérico que en realidad no lo es, porque las categorías en las que ha ganado Birdman pesan algo más.
Tras los tres Oscars obtenidos por Whiplash (secundario, montaje y mezcla de sonido) todas las películas muy nominadas (Descifrando Enigma, El Francotirador, La Teoría del Todo y Boyhood) se han llevado un Oscar cada una. Podría haber sido la noche completa de Birdman si no hubiese pinchado en el apartado interpretativo. Pero pensando en la espectacularidad de la gala, es mucho más entretenida cuando los premios están muy repartidos.
En el apartado interpretativo se puede decir que los cuatro Oscars estaban cantados. En la categoría de mejor actor también sonaba el nombre de Michael Keaton en muchas quinielas, pero era complicado que ganase ante una creación como la que hizo Eddie Redmayne con el personaje de Stephen Hawkins. Además, ya sabemos que los académicos mueren por premiar interpretaciones de personajes dramáticos con handicap -Dustin Hoffman en Rain Man, Daniel Day Lewis en Mi Pie Izquierdo o Marlee Matlin en Hijos de un Dios Menor- o salidos de un biopic -Jamie Foxx en Ray, Marion Cotillard en La Vie en Rose o Philip Seymour Hoffman en Capote- y si reune las dos cosas en un mismo personaje, como en La Teoría del Todo, el Oscar está servido.
A Julianne Moore por fin le dieron ese Oscar que le debían desde hace mucho tiempo y todos lo sabíamos. Su interpretación en Siempre Alice es honesta, conmovedora y soberbia -una constante en su carrera, por otro lado-.
En cuanto a los secundarios, tanto el nombre de Patricia Arquette como el de JK Simmons llevaban sonando desde hace tiempo y, de los cuatro actores ganadores, probablemente será Simmons quien se beneficie más de este Oscar. Puede ocurrirle lo que le ocurrió a Kathy Bates y Anthony Hopkins que de ser dos nombres a los que solo los cinéfilos ponían cara, se convirtieron en omnipresentes después de ganar el Oscar.
La Ceremonia
Lo llevamos diciendo desde hace años, lo sentimos por los cortometrajistas porque en sus categorías se cuecen los nuevos talentos y por supuesto que es una medida drástica proponer que se entreguen fuera de la ceremonia y que se incluyan en un clip de varios segundos -como están haciendo con los honoríficos o los técnicos- pero si queremos mirar por la espectacularidad de la gala, es necesario hacerlo -Y en Los Goya, ni os cuento- porque la ralentiza y alarga hasta el bostezo.
Hubiésemos preferido algún gag más de Neil Patrick Harris que los eternos agradecimientos de los cortometrajistas. Su presencia se diluía en algunos tramos. Lo mismo que se le criticó a Ellen DeGeneres el año pasado. Está claro que los Golden Globes con sujetos como Ricky Gervais o Tina Fay o Amy Phoeler son mucho más libres y se dicen más burradas que lo que suele verse en los Oscar.
Oscars que este año debería haber sido presentados por Woopie Goldberg por aquella estupidez de que son los Oscar más blancos de la historia a colación del (merecido) ninguneo a Selma. Nosotros nos vamos a mojar con este asunto. Un actor es simplemente bueno independientemente de su raza. Si recurrimos a incluir interpretaciones de actores afroamericanos solamente por rellenar un cupo -discriminación positiva- nos encontraremos con bodrios intragables como Precious, nominadísimos -cosa que ya ha pasado-. Si Selma hubiese sido mucho más nominada, le hubieran hecho un "Color Púrpura" o solamente se habría llevado, lo que se ha llevado, el Oscar a la mejor canción. Y los hubiesen criticado por racistas igualmente.
Este gif que estáis viendo corresponde a la reacción de Meryl Streep y Jennifer Lopez ante el discurso de Patricia Arquette al recoger su Oscar que reivindicaba la igualdad salarial en Hollywood para actores y actrices. Ellos ganan muchísimo más.
Emma Stone fue una de las mejores vestidas de la alfombra roja y se fue a casa sin un Oscar de verdad, pero consiguió uno de LEGO. Digamos que su cara en la instantánea es un poema. A Ophrah, le encantó.
El hecho de que Lady Gaga haya aparcado el pop temporalmente y haya grabado Cheek To Cheek, el exitoso disco de corte clásico premiado con un Grammy junto a Tony Bennet, la capacita para hacer un homenaje al aniversario de SONRISAS Y LÁGRIMAS -Esa película que Christopher Plummer odia con todas sus entrañas- y convertirse en María por un día, con el beneplácito de la mismísima Julie Andrews que se deshace en elogios para la Gaga.
Que nadie se sorprenda, el registro vocal de Lady Gaga es perfecto para musicales. Los entendidos decían precisamente que para lo que no servía era para el pop. ¡Quien lo iba a decir!
Que nadie se sorprenda, el registro vocal de Lady Gaga es perfecto para musicales. Los entendidos decían precisamente que para lo que no servía era para el pop. ¡Quien lo iba a decir!
Y terminamos destacando a Benedict Cumberbatch que fue el más listo de todos. ¿Qué hacer para sobrellevar una gala aburrida y que tu Oscar se lo den a otro? Darse a la bebida directamente y venir provisto desde casa.
LISTA DE PREMIADOS
MEJOR PELÍCULA
BIRDMAN
(O LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA)
Alejando Gonzalez Iñárritu
por Birdman
Eddie Redmayne
por La Teoría del Todo
MEJOR ACTRIZ
Julianne Moore
por Siempre Alice
MEJOR ACTOR DE REPARTO
J.K. Simmons
por Whiplash
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Patricia Arquette
por Boyhood
MEJOR PELÍCULA ANIMACIÓN
BIG HERO 6
MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA
IDA (POLONIA)
dir Pawel Pawlikowski
MEJOR DOCUMENTAL
CitizenFour de Laura Poitras,
Mathilde Bonnefoy y Dirk Wilutzky
MEJOR GUIÓN ORIGINAL
Birdman, Alejandro G. Iñárritu, Nicolás Giacobone,
Alexander Dinelaris, Jr. y Armando Bo
MEJOR GUIÓN ADAPTADO
Descifrando Enigma, Graham Moore
MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN
El gran hotel Budapest,
Adam Stockhausen y Anna Pinnock
Adam Stockhausen y Anna Pinnock
MEJOR FOTOGRAFÍA
Birdman, Emmanuel
MEJOR VESTUARIO
El gran hotel Budapest,
Milena Canonero
Milena Canonero
MEJOR MONTAJE
Whiplash, Tom Cross
MEJOR EFECTOS VISUALES
Interestelar, Paul Franklin, Andrew Lockley,
Ian Hunter y Scott Fisher
Ian Hunter y Scott Fisher
MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA
El gran hotel Budapest,
Frances Hannon y Mark Coulier
Frances Hannon y Mark Coulier
MEJOR EDICIÓN DE SONIDO
MEJOR MEZCLA DE SONIDO
Whiplash, Craig Mann,
Ben Wilkins y Thomas Curley
Ben Wilkins y Thomas Curley
MEJOR BANDA SONORA
El gran hotel Budapest, Alexandre Desplat
MEJOR CANCIÓN
Glory de Selma, John Stephens y Lonnie Lynn
MEJOR CORTOMETRAJE
The Phone Call
MEJOR CORTO DOCUMENTAL
MEJOR CORTOMETRAJE ANIMADO
Buenas migas (Feast)