jueves, 27 de mayo de 2010

EL PRINCIPE DE PERSIA: DESMONTANDO UN BLOCKBUSTER.


Para escribir sobre El príncipe de Persia: Las arenas del tiempo, partimos de la siguiente máxima: "Las películas basadas en videojuegos son la basura mas infecta del cine actual". A priori, este producto veraniego de Jerry Bruckheimer tenía todas las papeletas para ser la excepción y marcar la diferencia con Laras Crofts y similares. Porque dirigía Mike Newell, el responsable de Cuatro bodas y un funeral (1994) que mas tarde probaría suerte en el cine mas comercial con Harry Potter y el Cáliz de fuego (2005), el único libro de la saga cuya adaptación planteaba un gran reto del que pudo salir mas o menos airoso.


Pero cuando nos sentamos ante la pantalla y vemos este film, uno se pregunta cuanto habrá dirigido Newell y cuanto el director de segunda unidad o el director de fotografía. Porque, desde luego, estamos ante un producto tan impersonal que si vieniese firmado por Michael Bay -El creador de excrementos como Transformers y sus secuelas-, no nos sorprendería en absoluto.


Todas las películas basadas en videojuegos se ajustan a un mismo esquema: Los protagonistas deben conseguir un objeto mágico -Una daga en esta ocasión- que si lo unes a otro, o lo llevas al lugar adecuado, puede tener consecuencias que cambien el curso de la humanidad, y por eso siempre debe permanecer en manos de "Los buenos".


En eso, El príncipe de Persia: Las arenas del tiempo es idéntica a todas estas películas, y entre medias nos encontramos escenas de acción trepidante en una escenografía digna de un parque temático como Terra Mítica, con una música cargante -Acabamos de ponerle la cruz a su responsable Harry Gregson Williams- y trufada con las líneas de guión mas facilonas y lamentables que recuerda este paciente servidor.

LOS ACTORES

Jake Gyllenhaal no es santo de nuestra devoción, nunca lo ha sido. Podemos reconocer que nos conmovió en Brokeback Mountain. Pero aquí, su eterna cara de perro apaleado nos aburre. Podemos comprender que un actor sabe que si acepta este tipo de películas, nunca va a ganar un Oscar. -Con la excepción de Johnny Depp que fue nominado por su magnífica creación de Jack Sparrow en Piratas del Caribe- Pero un buen actor debe intentar repetir la proeza de Depp y esforzarse para hacer creible su personaje, aunque se trate de una película menor.


Ben Kingsley interpreta al villano de la función -Y sabes que es el villano en cuanto lo ves aparecer en escena, porque la película está repleta de tópicos y lugares comunes- Kingsley, está muy desaprovechado.


La que destaca considerablemente es Gemma Arterton. La actriz es consciente de lo mucho que se juega con esta película, con la que va a pasar de ser la gran desconocida a convertirse en una actriz en alza. Sin duda, la que mas tendría que perder si la película fracasara en taquilla es ella. -¿Alguien recuerda que una tal Maria Pitillo fue la protagonista femenina de aquel descalabro veraniego titulado Godzilla?-


A continuación un trailer promocional.



Exquisiteces recomienda el visionado de esta película siempre que seas consciente del tipo de cine que vas a ver. -A veces, hasta siendo consciente luego es muchísimo peor de lo que esperas-


2 comentarios:

  1. no me llama mucho la atención porque es una peli basada en un juego y además al que nunca he jugado.y sin verla ya me imagino como es,lo único que me atrae es que sale el gran Ben Kingsley aunque evidentemente aqui no hace el papel de su vida

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  2. Te comprendo perfectamente. Yo fui a verla porque a mis amigos les gusta este tipo de cine y aproveché para hacerle el post y ponerla a caer de un burro que es lo que se merece.
    En cuanto a Kingsley... No. No es el papel de su vida, pero probablemente sea por el que mas haya cobrado.

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