Cuando hablamos de Every Kingdom, el álbum debut de BEN HOWARD, estaba viviendo un éxito bastante posterior a su edición gracias al boca-oreja, lo que convirtió a Howard en una de las revelaciones de los Brit Awards al año siguiente y ha posibilitado que este segundo álbum I FORGET WHERE WE WERE se haya colocado en el Nº1 de las listas británicas nada más salir al mercado el pasado mes de Octubre.
Es un hecho que todos los que cayeron rendidos ante su anterior trabajo, se tiraron a las tiendas y a los portales de Internet para comprar este segundo álbum sin haberlo escuchado previamente. De ahí sus buenos resultados en las listas.
Después de dos o tres escuchas, estamos seguros que no ha defraudado a nadie. A pesar de ser un disco muy intimista, instintivo, visceral y poco o nada comercial.
Los vídeos que hay editados marcan ese carácter intimista del álbum. Todos ellos recurren a la actuación en vivo del artista, muy alejados de los vídeos que se hicieron para su trabajo anterior, en los que se buscaba el mejor plano de su rostro entre bellos paisajes. Porque, al fin y al cabo, Every Kingdom estaba plagado de singles radiables y emitibles en la MTV.
Este segundo trabajo está repleto de grandes canciones llenas de matices. Pero, a priori, no parece estar dirigido para el público potencial de la MTV. Y sí a un público adulto.
Howard ha madurado muchísimo y en muy poco tiempo. Y nos ha regalado una pequeña obra maestra de la música contemporánea. Nos reafirmamos en lo que dijimos la última vez que escribimos sobre él, en cuanto a que estamos ante un jóven David Gray. A lo que añadiremos que podría llegar mucho más lejos que el propio Gray. Teniendo en cuenta el resultado de este nuevo trabajo.
Howard ha madurado muchísimo y en muy poco tiempo. Y nos ha regalado una pequeña obra maestra de la música contemporánea. Nos reafirmamos en lo que dijimos la última vez que escribimos sobre él, en cuanto a que estamos ante un jóven David Gray. A lo que añadiremos que podría llegar mucho más lejos que el propio Gray. Teniendo en cuenta el resultado de este nuevo trabajo.
De momento, Ben Howard pertenece a esa nueva oleada de cantautores británicos que prefieren arriesgar antes que complacer y entre los que se encuentran Jake Bugg, Tom Odell, George Ezra o Laura Marling.
I FORGET WHERE WE WERE es el primer single oficial. Y una sentidísima balada folk.
IN DREAMS
SMALL THINGS probablemente sea nuestro tema preferido del disco. Menos es más.
CONRAD
END OF THE AFFAIR fue el adelanto de este trabajo.
DISCOGRAFÍA SELECCIONADA
-Every Kingdom 2011
-I Forget Where We Were 2014
PÁGINA OFICIAL
Cuando un artista debuta puedes llegar a imaginarte como va a ser su carrera. Pero hasta el segundo o tercer trabajo nunca sabes si podrá mantenerse en este negocio. A nosotros nos ha sorprendido muy gratamente I FORGET WHERE WE WERE de BEN HOWARD porque no nos esperábamos algo introspectivo e intimista y por supuesto tan alejado de los sonidos que estamos acostumbrados a escuchar en las radiofórmulas. Camino que podría haber elegido perfectamente después del éxito de Every Kingdom. Nosotros nos alegramos que haya elegido este otro.
Y solo nos queda decirle a Damien Rice -Del que hablaremos en nuestra próxima entrada- que no se puede estar ocho años sin publicar. Porque se corre el riesgo de que se olviden de ti. Ya que en estos ocho años han ocurrido cosas tan interesantes como Ben Howard y otros artistas jóvenes con idéntica sensibilidad y talento, capaces de parir obras maestras contemporáneas como los discos de Rice y como el evocador I FORGET WHERE WE WERE.
Y solo nos queda decirle a Damien Rice -Del que hablaremos en nuestra próxima entrada- que no se puede estar ocho años sin publicar. Porque se corre el riesgo de que se olviden de ti. Ya que en estos ocho años han ocurrido cosas tan interesantes como Ben Howard y otros artistas jóvenes con idéntica sensibilidad y talento, capaces de parir obras maestras contemporáneas como los discos de Rice y como el evocador I FORGET WHERE WE WERE.
Estaba esperando esta entrada con impaciencia, amigo mío. Leche, pensé exactamente lo mismo que tú con respecto a David Gray, me he reído muchísimo al leerte.
ResponderEliminarEste DIS-CA-ZO absoluto de Ben Howard es la quintaesencia de lo que para mí es un disco perfecto. Si no lo es, se le acerca muchísimo. Mejor no me pierdo en explicaciones, tú lo has hecho a la perfección, como siempre.
Para quien no haya escuchado el disco, por favor, hacedlo. Cerrad los ojos y ESCUCHAD, nada más. Sin ninguna distracción, nada de ponerlo en el coche (aunque yo lo tengo en el tocata del coche. Pero para una primera escucha mejor concentrarse, en serio).
Seguramente, el mejor disco que he escuchado en lo que va de año.
P.D. Midas, ya sé que soy pesado con algunas cosas, pero... el disco de este año de Augustana puede que merezca una escucha por tu parte.
@ Niklodeon
ResponderEliminarLo de David Gray ya lo dije cuando reseñé "Every Kingdom" pero ahora es que es muchísimo más evidente. Pero claro... Con el David Gray de antes, porque el de ahora ha evolucionado de otra manera y ya no te haría un disco como este. La prueba está en "Muttineers" que es muy bueno también, pero es menos intimista que otros de sus primeros trabajos a los que sí se parece este disco de Howard.
Me alegra que des las instrucciones para escuchar el disco, y digas que hay que concentrarse. Yo no lo he dicho en el post y también pienso que es un disco para sentarse a escucharlo. No funciona como música de fondo mientras se escribe o se realiza cualquier actividad -Que es como escuchamos más la música los que estamos siempre ocupados- no te digo yo que cuando conozcas bien todas las canciones puedas hacerlo. Pero de primeras hay que perderse en todos los matices, diferenciarlos y valorarlos.
También estaría en mi Top 10 de lo mejor del año que escribo en diciembre.
A ver si tengo un hueco y me pongo con los deberes. Este mes tengo que ponerme las pilas porque quiero reseñar el mayor número posible de discos de los que tengo en mi lista particular, antes de que se cierre el año. Porque lo confieso. Este año he batido el record de vagancia con tres o cuatro posts al mes.
Y aunque el hecho de que el número de visitas no baje, aunque escriba menos -Que este mes incluso se han incrementado- estoy poco motivado por la falta de comentarios jugosos como el tuyo. Que últimamente me tienen como si fuera el Carlos Pumares de la música, preguntándome cosas que normalmente sé. Pero que se pueden responder usando bien la barra de Google. ¿Por qué cojones no lo buscan ellos, en vez de darme el coñazo a mi? Y encima tengo que dar las gracias, porque por lo menos han comentado.
Y luego está el maravilloso y endogámico mundo de los blogs musicales y sus autores que te comentan a ti si tu les comentas a ellos. Si no entras en ese juego, algunos se mosquean y te relegan al ostracismo total. ¿Y sabes qué? Que les den!!! Que yo ya tengo bastante trabajo con este blog y con el del sobrino como para ir comentando en otros. Y cuando lo hago, es porque realmente me apetece comentar, no porque me sienta obligado para que me comenten a mi después.