Michael Jackson, Withney Houston y ahora Prince, un nuevo golpe para los que vivimos nuestra juventud en los 80, una generación que se está quedando sin iconos por culpa de todas estas muertes prematuras.
Hoy hablaremos de Prince, y como siempre ocurre en estos casos, no diremos nada que no se haya dicho ya. Porque nuestro único objetivo es recordar su grandeza y rendirle un pequeño homenaje por su repentina desaparición.
Quizás sea más fácil recordar la época dorada de Prince que fueron los 80. Siempre fue bastante adelantado para su tiempo y el más rompedor -con el permiso de David Bowie- y nadie le regaló nada nunca. Su apodo de genio de Minneapolis se lo ganó a pulso. Y como muchos otros genios, él mismo fue su peor enemigo.
La banda sonora de la película Purple Rain (Albert Magnoli, 1984), fue uno de los mayores hitos de su carrera. La película fue vapuleada por la crítica en su momento y calificada de infumable. De hecho, han pasado los años y lo que ha trascendido es su música, no sus valores cinematográficos. Y nos dejó canciones icónicas de esa época como Purple Rain o When Doves Cry.
Y el cine, le depararía una sorpresa más, que Tim Burton contase con él para crear las canciones de la película Batman (1989), uno de los grandes aciertos de la cinta. -La BSO corría de la mano de Danny Elfman-
Los temas que hemos escogido para esta entrada no son exactamente los mejores del artista. Pero sí nuestros favoritos. Raspberry Beret fue otro de los singles que disfrutamos muchísimo cuando se editó.
Kiss es otro clásico de Prince y compuesto por Prince que luego haría suyo Tom Jones.
Y ahora habría que hablar largo y tendido del Prince autor y de todas las artistas que se beneficiaron de sus canciones: Wendy & Lisa, Apollonia Kotero, Martika o las mismísimas Bangles. Manic Monday fue compuesta por Prince bajo el seudónimo de Christopher y fue un regalo que le hizo a Susannah Hoffs, con la que tuvo un affair en la época. Pero una de sus canciones más hermosas catapultó a la fama a una bellísima y jovencísima Sinèad O'connor. Estamos hablando de Nothing Compares 2 U.
El Prince de los 90 fue el más prolífico y nos regaló alguna que otra excentricidad justificada como la de sustituir su nombre por un símbolo o hacerse llamar posteriormente "El artista antes conocido como Prince" como consecuencia de una batalla legal con la Warner. Pero antes de que ocurriera todo eso, quizás Diamond and Pearls (1991) fue el último de sus discos con gran cobertura mediática y del que se extrajeron varios singles como Cream o Get Off.
En décadas posteriores, Prince siguió editando discos igual de brillantes que en los 80 pero ya no gozaba de la misma atención mediática y popularidad de entonces. Se nos ocurre Planet Earth del 2007 como uno de los discos más interesantes de su última década, y que pasó prácticamente desapercibido. Afortunadamente para sus fans, aunque Prince no gozase de la popularidad y atención de antaño, sus conciertos seguían siendo apoteósicos. Porque Prince perteneció a esa estirpe de artistas como Michael Jackson o Madonna que revolucionaron el pop con su sentido del espectáculo.
Ahora que no está, es el mejor momento para repasar su legado y redescubrirlo escuchando lo que nos hemos perdido de su discografía.
La banda sonora de la película Purple Rain (Albert Magnoli, 1984), fue uno de los mayores hitos de su carrera. La película fue vapuleada por la crítica en su momento y calificada de infumable. De hecho, han pasado los años y lo que ha trascendido es su música, no sus valores cinematográficos. Y nos dejó canciones icónicas de esa época como Purple Rain o When Doves Cry.
Y el cine, le depararía una sorpresa más, que Tim Burton contase con él para crear las canciones de la película Batman (1989), uno de los grandes aciertos de la cinta. -La BSO corría de la mano de Danny Elfman-
Los temas que hemos escogido para esta entrada no son exactamente los mejores del artista. Pero sí nuestros favoritos. Raspberry Beret fue otro de los singles que disfrutamos muchísimo cuando se editó.
Kiss es otro clásico de Prince y compuesto por Prince que luego haría suyo Tom Jones.
Y ahora habría que hablar largo y tendido del Prince autor y de todas las artistas que se beneficiaron de sus canciones: Wendy & Lisa, Apollonia Kotero, Martika o las mismísimas Bangles. Manic Monday fue compuesta por Prince bajo el seudónimo de Christopher y fue un regalo que le hizo a Susannah Hoffs, con la que tuvo un affair en la época. Pero una de sus canciones más hermosas catapultó a la fama a una bellísima y jovencísima Sinèad O'connor. Estamos hablando de Nothing Compares 2 U.
El Prince de los 90 fue el más prolífico y nos regaló alguna que otra excentricidad justificada como la de sustituir su nombre por un símbolo o hacerse llamar posteriormente "El artista antes conocido como Prince" como consecuencia de una batalla legal con la Warner. Pero antes de que ocurriera todo eso, quizás Diamond and Pearls (1991) fue el último de sus discos con gran cobertura mediática y del que se extrajeron varios singles como Cream o Get Off.
En décadas posteriores, Prince siguió editando discos igual de brillantes que en los 80 pero ya no gozaba de la misma atención mediática y popularidad de entonces. Se nos ocurre Planet Earth del 2007 como uno de los discos más interesantes de su última década, y que pasó prácticamente desapercibido. Afortunadamente para sus fans, aunque Prince no gozase de la popularidad y atención de antaño, sus conciertos seguían siendo apoteósicos. Porque Prince perteneció a esa estirpe de artistas como Michael Jackson o Madonna que revolucionaron el pop con su sentido del espectáculo.
Ahora que no está, es el mejor momento para repasar su legado y redescubrirlo escuchando lo que nos hemos perdido de su discografía.
EX QUI SI TO.
ResponderEliminar¡Abrazos!
Un grande, ya se que no te gusta hacer panegíricos tras el fallecimiento de la gente, esta vez esta claro que la muerte llegó demasiado pronto, tu escrito cercano como un apretón de manos, en un día nublado de lluvia
ResponderEliminarCuídate
Jesus
@ Victor Hugo
ResponderEliminar¡Muchas Gracias! Me alegra que te guste.
Abrazos!!!
@ Jesus
ResponderEliminarUno de los grandes que ha estado prácticamente dos décadas en el ostracismo. Sí, tenía sus fans y seguía dando conciertos. Pero dá la sensación de que su carrera terminó con "Diamond & Pearls" (1991) y hay como veinte discos después que son excelentes. Y yo tengo que entonar el "mea culpa" porque algunos de sus últimos discos coincidieron en el tiempo con la existencia de este blog y preferí darle prioridad a otros artistas noveles. Vamos... Que sin querer, yo también he colaborado con ese ostracismo del que hablo. Así que si mi texto te suena "tibio" es porque tampoco estaría siendo demasiado coherente si hubiera cargado las tintas, pasándome en elogios -que los merece todos- o de sentimentalismos. Ya que no voy a decir nada que no se haya dicho ya, intento por lo menos que lo que digo suene verdadero.
Precioso y sentido texto Midas, de verdad. La noticia nos ha cogido a todos por sorpresa y, en mi caso personal, ha extraído recuerdos de una época en la que el rock'n'roll no corría todavía por mis venas más allá de Queen y en la que me embelesaba con Madonna, Jacko o The Symbol como si fuesen dioses. En Pupilandia también le dediqué unas palabras el sábado pasado.
ResponderEliminarSaludos
@ PUPILO DILATADO
ResponderEliminarMe quedé a cuadros cuando murió Jacko y con Prince me ha pasado exactamente lo mismo. Creo que nadie se lo esperaba. Lo de la Houston sí, su vida en los últimos años fue como presenciar un accidente de tráfico a cámara lenta y no poder hacer nada para detenerlo.
Es que Prince estuvo grabando y haciendo directos hasta hace dos días. Y 57 años en el S XXI es ser muy joven. Hace cincuenta años igual no, pero ahora ves a la gente de 70 con una vitalidad...
Y la verdad es que es una puta mierda que nos quedemos sin estos referentes. A mi me pasa un poco como a ti. Disfruté mucho de Jacko, Madonna y Prince en los 80. ¡Y de Cyndi Lauper y Pat Benatar! ¡jajajajaja!
Aunque lo vuelvo a repetir, deberíamos ser un poco coherentes y entonar el "mea culpa" antes de proclamar a los cuatro vientos lo bueno que era Prince. -Yo he comenzado hacerlo en el comentario anterior- Porque sí, sería muy bueno. Pero llevamos dos décadas ignorándolo. Mirando para otro lado y no prestando atención a su trabajo. -Exceptuando sus fans, por supuesto- A Prince lo condenamos al ostracismo a partir de lo del simbolito, que para muchos "se le fue la olla" y comenzó a abrumar a su discográfica con su genialidad prolífica sacando unos dos o tres discos por año. Bueno... Cuando lo del Símbolo y su incontinencia compositiva su discográfica le dio la espalda y todo eso se lo curró en plan indie. De hecho, legalmente el nombre de Prince pertenecía a la Warner y por eso se inventó lo del símbolo y lo de "El artista antes conocido como Prince" porque hasta que no litigó -o llegaron a un acuerdo- no podía usar el nombre de Prince.
Ahora pasará igual que cuando murió Johnny Cash. Que curioso que en España, de pronto, todo el mundo tenía discos de Johnny Cash en sus casas... Estoy del postureo hasta la polla.
Muchas gracias por lo que dices del texto de la entrada. A mi me parece un texto muy normalito tirando a del montón. Pero tampoco he sabido hacerlo de otra manera. Como decía en el comentario anterior, solo espero que suene verdadero.
No he leído lo que escribiste, porque no sé si te he comentado alguna vez que cuando escribo sobre un tema, no suelo leer lo que han escrito mis compis blogueros hasta que no publico la entrada. Pero a partir de hoy tengo todo el tiempo del mundo para leer todo lo que habéis publicado sobre Prince.
Un Abrazo!!! Y muchas gracias por tu comentario!!!
ResponderEliminarQué genial Prince.
Gracias por traerlo, gato.
@ Maria
ResponderEliminarDe nada. Era un poco lo que tocaba. Porque seguramente el que va a ser su álbum póstumo y en el que estaba trabajando, de no haber fallecido, hubiera tenido la atención de sus fans únicamente. Pero él hubiera seguido en el ostracismo. Seamos honestos, ni siquiera te puedo garantizar que hubiésemos hablado de ese disco aquí.