Es muy curioso como la inmensa mayoría de las singers-songwriters que emergieron en los 90 se han mantenido en la música hasta el presente, edificando carreras realmente sólidas, y todavía hoy siguen sorprendiéndonos con nuevos trabajos. Se nos ocurren algunos nombres de mujeres de esa época que abrieron las puertas a muchas otras mujeres: Sarah McLachlan, Melissa Etheridge, Tori Amos o Sheryl Crow, porque nos hemos propuesto citar solamente unas pocas. Pero el listado es interminable.
Hoy hablaremos de una de esas mujeres: SHERYL CROW, que recientemente ha vuelto a la actualidad gracias a BE MYSELF, su último álbum de estudio (el noveno, ya) que se editó el pasado viernes.
Los cinco primeros discos de Sheryl Crow que van desde 1993 a 2005 tuvieron ventas millonarias. Todos ellos son multiplatino. Pero llegó Detours (2008) y con él, la primera vez que Crow se alejaría del multiplatino. Detours (2008) fue certificado disco de Oro, unas 700.000 copias frente a las 23'5 millones que vendió de sus trabajos anteriores. Y a pesar de que fue un disco que convenció a la crítica -Todos los discos de Crow tuvieron siempre críticas muy favorables-. A nosotros nos pareció un disco alimenticio, sin más. Y fue entonces cuando advertimos cierto desgaste y que le costaría remontar con trabajos posteriores. Algo que nos confirmó con 100 Miles For Menphis (2010) (219.000 copias vendidas) y Feels Like Home (2013), su incursión en el Country que registró las ventas más bajas de toda su carrera (65.000 copias). De nuevo, las críticas fueron razonablemente buenas.
Con BE MYSELF ya nos avisa desde el título lo que nos vamos a encontrar. Esta vez se presenta "siendo ella misma", y, de paso, nos recuerda que su incursión en el Country, se quedó solo en eso. Porque este es ese trabajo con el que SHERYL CROW pretende reconciliarse con ese público que hace unos años compraba sus discos. Ya que con la crítica no necesita reconciliarse, siempre la han mimado y BE MYSELF vuelve a gustar a los críticos... Y a nosotros especialmente. Porque Crow ha sacado toda su artillería pesada llamando al productor musical Jeff Trott, responsable del sonido de algunos de sus grandes éxitos como: If It Makes You Happy, Every Day is a Winding Road o My Favorite Mistake. Canciones de su época dorada que nos recuerdan a la mejor Sheryl Crow. Este trabajo se podría haber publicado perfectamente tras The Globe Sessions (1998) y no hubiera desentonado. Es un disco intemporal, emparentado directamente con su segundo álbum homónimo de 1996 y el citado The Globe Sessions (1998), paradójicamente intemporales también a pesar de ser dos claros referentes de los 90 en la teoría. Y nos devuelve a una Sheryl Crow pletórica, en plena forma, como hacía años que no la veíamos, además de que contiene grandes canciones que están a la altura de esos grandes éxitos.
El problema es el de siempre, que los gustos cambian con el paso del tiempo y el público de hoy quizás ya no sea el mismo de hace 20 años e igual Sheryl Crow se tiene que empezar a conformar con una carrera con ventas algo más modestas. Aunque esa no es la intención de este trabajo que pretende recuperar a la que fuera una de las singers-songwriters más emblemáticas de su generación.
Los que nos seguís habitualmente ya sabéis que en EXQUISITECES las ventas de los discos nos dan un poco igual. Porque hay discos buenos y malos independientemente de las copias que vendan. Pero cuando se trata de mujeres que han vendido más de veinte millones de copias de discos entre muy buenos y excelentes, nos gusta recordarlo. Porque merecen todo nuestro respeto. Y en el caso de Sheryl Crow, es cierto que ha acumulado unas críticas maravillosas a lo largo de su carrera y este nuevo disco también las tiene. Pero no creemos que su sello discográfico actual (Warner Bros) se conforme solamente con eso. O este BE MYSELF vende, como mínimo, las 700.000 copias (disco de Oro) o es muy probable que para el próximo disco tengamos a Sheryl Crow haciendo crowfunding en Internet, cómo Paula Cole, Rachael Yamagata o Heather Nova, porque ninguna major quiera volver a grabar con ella. No deis lugar a que ocurra algo así. Este disco merece la pena.
El problema es el de siempre, que los gustos cambian con el paso del tiempo y el público de hoy quizás ya no sea el mismo de hace 20 años e igual Sheryl Crow se tiene que empezar a conformar con una carrera con ventas algo más modestas. Aunque esa no es la intención de este trabajo que pretende recuperar a la que fuera una de las singers-songwriters más emblemáticas de su generación.
Los que nos seguís habitualmente ya sabéis que en EXQUISITECES las ventas de los discos nos dan un poco igual. Porque hay discos buenos y malos independientemente de las copias que vendan. Pero cuando se trata de mujeres que han vendido más de veinte millones de copias de discos entre muy buenos y excelentes, nos gusta recordarlo. Porque merecen todo nuestro respeto. Y en el caso de Sheryl Crow, es cierto que ha acumulado unas críticas maravillosas a lo largo de su carrera y este nuevo disco también las tiene. Pero no creemos que su sello discográfico actual (Warner Bros) se conforme solamente con eso. O este BE MYSELF vende, como mínimo, las 700.000 copias (disco de Oro) o es muy probable que para el próximo disco tengamos a Sheryl Crow haciendo crowfunding en Internet, cómo Paula Cole, Rachael Yamagata o Heather Nova, porque ninguna major quiera volver a grabar con ella. No deis lugar a que ocurra algo así. Este disco merece la pena.
Un disco correcto. Siempre me gustó Sheryl Crow, pese a su manía de juntarse con drogotas.
ResponderEliminarGracias.
@ Alberto Secades
ResponderEliminar"Correcto" es lo mínimo a lo que aspira un disco de Sheryl Crow. Excepto "Detours" (2008) que para mi es el garbanzo negro de su discografía. Y quiero dejar claro lo de "para mi" porque cuando escribí el post, me busqué unas fichas de los discos en los que venían todas las valoraciones de los críticos y la pasta que amasaron en todo el mundo y yo pensaba que a "Detours" se lo habrían cargado porque es una auténtica castaña. Pero no... Hasta cuatro estrellas le dieron algunos. En general, muy mimada por la crítica americana.
Y, hoy por hoy, ya se puede decir que su mejor disco es el segundo. El que se titula Sheryl Crow y es de 1996. Y al que pretende acercarse este "Be Myself".
Sobre sus manías... Sé muy poquito de su vida privada. Y cuando alguien me gusta, cuanto menos sepa, mejor.
Muchas Gracias a tí.