miércoles, 10 de mayo de 2017

FEIST Y LOS PLACERES.


No teníamos noticias de FEIST desde Metals (2011). Un disco con el que rompía, en cierta manera, con todo lo que había hecho antes. Seis años después, ha vuelto de nuevo con PLEASURE un trabajo intimista y un tanto experimental y ya sabéis que cuando algunos críticos pronuncian la palabra "experimental" están usando un eufemismo para no decir que el disco es un tostón y un auténtico aburrimiento. Nosotros nunca diríamos que este disco es aburrido, pero desde luego que el receptor debe tener una predisposición positiva a la hora de escucharlo. Le tiene que apetecer hacerlo y no se puede escuchar de cualquier manera, ni en cualquier sitio, ni siquiera creemos que sea un disco adecuado para escucharlo con compañía. Debes escucharlo en soledad y encontrar el momento preciso para hacerlo. Y teniendo en cuenta el "aquí te pillo, aquí te mato" al que nos tienen acostumbrados en el mundo de la música en general, creemos que este es un producto que le está exigiendo demasiado al oyente medio que solo escucha lo que dan por la radio.
Luego existen otros oyentes, entre los que se cuentan una gran parte de nuestros lectores, para los que seguramente PLEASURE sea ese disco que estaban esperando.





All Music y The Guardian le han otorgado cuatro estrellas de cinco y, más o menos, por ahí anda la media crítica. Aunque insistimos en que es un disco que debe encontrar su propio vínculo con el oyente (y viceversa), algo que debe fluir de manera natural y para lo que las críticas son contraproducentes, ya que generan falsas expectativas.
Los once cortes están compuestos por la propia Feist, aunque ha necesitado la ayuda de Dominic Salole co-escritor de cinco de los cortes y de Jarvis Cocker y Brian LeBarton en la escritura de Century. La producción musical también pertenece a Feist junto a Mocky y Renaud LeTang
En los pressbook que se suelen entregar a los medios, este disco se presentaba como "La exploración de los límites emocionales" extendidos a: "La soledad, los rituales privados, los secretos, la vergüenza, las presiones crecientes, la desconexión, la ternura, el rechazo, el cuidado y la falta de cuidado". Ahora debemos decidir si FEIST ha llegado a profundizar en todos esos límites emocionales con este trabajo. Nosotros creemos que sí.
Un disco a tener en cuenta, que nosotros recomendaríamos con cierta discreción. Porque es lo más difícil que FEIST ha publicado hasta la fecha.




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