Después de su gran éxito con su álbum debut homónimo del 2014, HOZIER publicó en el 2018 un Ep y este 2019 hemos visto por fin la salida de su segundo largo titulado WASTELAND, BABY! en el que recupera Nina Cried Power (con Mavis Staples) y Shrike, dos de las mejores canciones de aquel Ep y es que si volver con un segundo trabajo no es fácil para nadie, mucho menos cuando se ha tenido uno de los mejores debuts de la década o cuando se corre el riesgo de convertirse en un One-Hit Wonder por aquella maravilla titulada Take Me To Church que más que una canción se ha convertido en un himno. HOZIER lo tenía muy difícil, lo sabía él mismo y lo sabíamos todos. Especialmente los que esperaban dos canciones más como Take Me To Church. Obviamente WASTELAND, BABY! No las tiene, sería imposible. Pero su contenido no es nada desdeñable. Al contrario, ese brillo que poseían las melodías de su álbum debut lo sigue conservando, probablemente porque sigue contando con Rob Kirwan, el mismo productor de entonces. Al que se le suma Marcus Dravs como nuevo compañero de viaje.
HOZIER posee el carisma y la manera de entender la música de los músicos irlandeses, sus composiciones están muy bien construidas y mejor producidas, son todo un ejemplo del pop más elegante. Aunque WASTELAND, BABY! tampoco es un disco perfecto. Este que os escribe lo hubiera reducido a 10 cortes en vez de los 14 que tiene. Pero es un más que digno trabajo si tenemos en cuenta la presión y las expectativas tan altas que tenía. Quizás por eso HOZIER ha necesitado estos cinco años para ganar tiempo y tomar distancia.
A la crítica la tiene dividida. Porque medios como The Telegraph (100), Consequence Of Sound (83) o AllMusic (70) han puntuado alto (o muy alto), otros como Q, The Observer y Rolling Stone (60) no lo han hecho, con lo que la media baja considerablemente hasta un 65 sobre 100. No obstante, ya hemos comentado que el nivel de los discos que se están editando está bastante alto y en estos dos últimos meses hay discos que han salido muy perjudicados. Estamos convencidos de que si se hubiesen editado en otro momento habrían sacado mejor nota. No obstante, recordemos que el disco debut de Hozier tuvo una media crítica de un 79 sobre 100 que no se corresponde con el éxito y hasta los premios conseguidos. Recordemos que Take Me To Church fue nominada a mejor canción del año en los Grammy.
Para EXQUISITECES es un 80 sobre 100 por esas cuatro canciones que hacen que el disco decaiga un poco, pero os aseguramos 10 cortes entre buenos y muy buenos.
VALORACIÓN EXQUISITECES: 80
MEDIA DE LA CRÍTICA: 65
Sigue conservando la frescura y el magnetismo, tanto en la voz, como en las composiciones. Quizá sea un acierto alejarse un poco del tono épico del single Take me to church.
ResponderEliminarQuizá tenga el peligro de que le salgan todas las canciones "iguales": me explico, yo no sé si habría reducido a 10, porque es verdad que hay un tono constante al que le faltan destellos en el desenlace del disco, pero...¿qué quitarías?
En todo caso, yo con Hozier me lo he pasado bien y no he tenido la tentación de irme directamente a ver cómo era su primer álbum. Porque me agrada lo que oigo y se le reconoce de sobra.
Un acierto colaborar con gente como Mavis Staples, en su caso.
@ Comentarista Local
ResponderEliminarConfieso que escuché este disco en Spotify tres o cuatro veces para escribir la reseña y luego no lo he vuelto a escuchar voluntariamente aunque lo tengo en mi cesta de la compra de amazon, esperando a que baje de precio. Recuerdo que la primera mitad del disco bien, pero la segunda se me hizo un pelín cuesta arriba y es justo de esa segunda mitad donde habría eliminado algún corte.
Me gusta que te lo hayas pasado bien con el disco, yo ya dije que no es un mal disco, ¡Ningún irlandés te hace un mal disco! Ya sabemos que Hozier tiene la maldición del One-hit Wonder que le va a pesar toda la vida. Pero es el público quien decide cuando alguien se acaba convirtiendo en un One-hit Wonder y todavía hay que darle un poco de cuartelillo.