Para quien no conozca a CAROLINE POLACHEK (New York, 20 Junio 1985) os contaremos que tuvo una banda de Synthpop la pasada década llamada Chairlift, aunque lleva cierto tiempo en solitario. Es músico, productora y compositora. Uno de los mayores hitos de su carrera es haber compuesto y producido No Angel para Beyoncé. Probablemente ese sea su reconocimiento profesional más sonado, comercialmente hablando, porque el resto de su obra pertenece al circuito Indie.
Aunque para PANG su tercer álbum de estudio, se ha reservado una plaza como productora ejecutiva, ha contado con otros ocho productores y ha sido fichada por la major Sony para su filial indie The Orchard, y es muy probable que su nombre comience a sonar mucho más al gran público a partir de ahora.
En cuanto al estilo de Polachek, las etiquetas que estamos leyendo sobre ella van del Electropop al Art Pop. A nosotros nos suena muy a los 2000, nos recuerda muchísimo a aquel disco mítico de Frou Frou (Guy Sigsworth e Imogen Heap) titulado Details (2002) o incluso a discos posteriores de Imogen Heap. En ese sentido no nos ha parecido un álbum demasiado novedoso, fresco sí. Por la manera de hacerlo. Pero novedoso, no. Aunque nos gusta muchísimo ese sonido retro que también tiene mucho de power pop o incluso de revitalización de la New Wave y emparenta con bandas muy actuales como Muna.
En cuanto a la crítica, parece que el disco está gustando -Se puso a la venta el pasado fin de semana- y ha obtenido una media de 80 sobre 100 basada en siete reseñas: The Line Of Best Fit (90); Paste, NME, The Guardian y Exclaim! (80); Pitchfork (73) y The Observer (63). Nosotros esta vez estamos casi de acuerdo con la unanimidad de ochentas que se le han otorgado, aunque una vez escuchado y disfrutado el disco, se nos hace poca nota. Así que hemos decidido puntuarlo con un 82 sobre 100 para que tenga alguna oportunidad de cara a nuestra lista de los mejores del 2019. Aunque hasta que no vaciemos los datos y comencemos a baremar, tampoco podríamos asegurar que este 82 vaya a servir de mucho. En cualquier caso, es un disco fresco, festivo y muy preparado para transitar de lo indie a lo popular. Lo recomendaríamos.
VALORACIÓN EXQUISITECES: 82
MEDIA DE LA CRÍTICA: 80
Pues vamos a ver qué depara. Solo tengo una única referencia del sonido de Chairlift, antes de leerte esta reseña. Y es de dos meses para acá.
ResponderEliminarCómo llegué a ella? Un vídeo documental de grupos que tocan en Abbey Road Studios. En la época de 2008 o así. Me gustó la producción de esos programas, y "la mítica canción" de Chairlift desde luego sonó impecable.
En esas sesiones pude oír además Sheryl Crow, Matchbox 20. y The Script cuyo sonido entonces no me gustó, y Florence que quizá aún no tenía todo el control que tiene ahora.
@ Comentarista Local
ResponderEliminarNo es un mal disco. Tampoco es una maravilla, ni una obra maestra, pero se deja escuchar y si te gustan esos sonidos retro que describo en la reseña, te puede gustar bastante.
La verdad es que esos programas de Abbey Road Studios son míticos, como los de Jools Holland y todo el que es alguien sale en esos programas. Qué lástima que en nuestra televisión solo haya sitio para talents musicales y no tengamos un solo programa parecido a esos. Una verdadera lástima.