BLACK BELT EAGLE SCOUT: PAISAJES SONOROS TERRENALES.

Detrás de BLACK BELT EAGLE SCOUT nos encontramos a Katherine Paul una intérprete, compositora, multiinstrumentista originaria de la comunidad tribal india Swinomish en Puget Sound (Washington). Sus primeras experiencias musicales incluyeron escuchar y cantar música indígena de la costa Salish. Paul aprendió a tocar el piano y la flauta en la banda de su colegio. Pero empezó a interesarse por la guitarra y la bataría gracias a unos VHS de Hole y Nirvana que cayeron en sus manos. El resto, es historia. Cuando comenzó su carrera se estableció en Portland (Oregón) y se puede decir que pertenece a su escena musical. Desde su Ep debut homónimo del 2014, BLACK BELT EAGLE SCOUT ha publicado tres álbumes de estudio. Hoy hablamos del tercero: THE LAND, THE WATER, THE SKY. Cuyo título ya nos da una pista de que estamos ante un álbum de indie pop plagado de atmósferas y paisajes sonoros. Es cierto que es bastante fiel a todos los parámetros del indie pop que ya hemos comentado otras veces cuando hemos hablado de artistas como Snail Mail, por ejemplo. Pero Katherine Paul añade elementos de su propia identidad en algunos momentos como esos coros tribales en forma de lamento en Spaces algo que marca la diferencia con lo que hacen el resto de artistas indies. Aunque a decir verdad, debería jugar mucho más con esos elementos de lo que lo hace. El álbum está compuesto y producido por la propia Katherine Paul y mezclado por Nicholas Wilbur.

A la crítica en general le ha gustado, su media es de un 79 sobre 100 y se distribuye de la siguiente manera: 90/100 Under The Radar y PopMatters; 82/100 Paste; 80/100 Clash; 78/100 Beats Per Minute; 76/100 Sputnikmusic; 75/100 Pitchfork; 70/100 AllMusic, Uncut y Exclaim! y 60/100 The Line Of Best Fit. Como veis, poca unanimidad en las valoraciones. Nosotros lo tenemos muy claro, es cierto que tiene aspectos de esa música indie de siempre de la que estamos un tanto cansados. Pero por otro lado, posee un lirismo casi poético y una profundidad poco usual en este universo, y esa parte es bastante cautivadora. Además de que es un prodigio de producción musical y es un álbum que rezuma muchísima calidad. Quizás debería haber potenciado mucho más esa parte de exotismo que tiene que ver con su propia idiosincrasia, y lo hubiera hecho único. En cualquier caso, si no le diéramos el 85 sobre 100 seríamos muy injustos. Y esa es nuestra nota. 

MEJORES MOMENTOS: Spaces, Nobody, Don't Give Up, My Blood Run Through This Land.

MEDIA CRÍTICA: 79/100

NUESTRA VALORACIÓN: 85/100