UN BLOG NO GASTRONÓMICO, NO APTO PARA TODOS LOS PALADARES... ¡¡¡MÁS DE 3.000.000 DE VISITAS!!!
lunes, 27 de octubre de 2025
BRANDI CARLILE YA ES UNA LEYENDA.
En Exquisiteces hemos seguido con atención la carrera de BRANDI CARLILE desde sus inicios paso a paso, hemos reseñado cada uno de sus discos y los hemos celebrado cuando había que hacerlo. Nos frustrábamos mucho cuando pequeñas obras maestras de su discografía anteriores al mainstream como Bear Creek (2012) no tenían la repercusión y la trascendencia que merecían. Porque nosotros vimos en ella materia prima para ser lo que es hoy desde su álbum debut homónimo de 2005, en el que prácticamente era una postadolescente y hemos sufrido mucho que su ascenso al estrellato se dilatara tanto en el tiempo. Pero cuando se tiene talento, todo llega y álbumes como By The Way I Forgive You (2018) o In These Silent Days (2021) acabaron posicionándola en el lugar que le correspondía por derecho desde hacía muchísimo tiempo. Llegaron premios y reconocimientos, su nombre empezó a aparecer mucho más arriba en carteles de macrofestivales que anteriormente ni la llamaban y también cosechó cierto éxito como productora musical para otros artistas. A ella le debemos el retorno de Tania Tucker y discos memorables como los de The Secret Sisters, Brandy Clark, Joni Mitchell o Lucius, o más recientemente su colaboración con su gran amigo Elton John. Y justo en este punto, cuando ha llegado a lo más alto, y el hype no puede ser mayor, nos enfrentamos a su nuevo trabajo RETURNING TO MYSELF y resulta que ahora, todos los que hemos vivido y disfrutado su ascenso, nos encantaría que aparcase el mainstream y volviese a Bear Creek (2012). Si es que... No se puede tener todo.
Lo primero que tenemos que decir es que odiamos las notas de prensa que mandan las discográficas para presentar los álbumes. Se ha cacareado mucho que RETURNING TO MYSELF estaba producido además de por la propia BRANDI CARLILE y Andrew Watt, por Aaron Dessner y Justin Vernon que se han convertido en auténticos reclamos, hasta el punto de que mucha gente se ha pensado que eran los productores principales. Pero la presencia de ellos es casi anecdótica. Es cierto que Dessner ha co-escrito con Carlile dos canciones y ha co-producido cuatro. Pero Vernon solo está acreditado en una: Human, que además su producción es compartida con Dessner, Watt y Carlile. Que no os engañen, al final, todo el peso de la producción recae sobre Watt y Carlile. Y como siempre, tenemos a los gemelos Hanseroth que co-escriben tres de las canciones -no concebimos un disco de Brandi Carlile sin los Hanseroth Twins- e incluso cuenta con la presencia de Elton John y Bernie Taupin en la composición de un tema como You Without Me. Así que si leísteis las notas de prensa y esperábais algo distinto por la presencia de Dessner y Vernon, seguid esperando. Esto es un disco de BRANDI CARLILE y nadie es capaz de vampirizarla, ni siquiera Dessner y Vernon que son dos grandes vampiros. Nos recuerda un poco a cuando Jack Antonoff, otro vampiro reconocido, produjo el álbum Gaslighter (2020) de The Chicks y no solo no consiguió vampirizarlas ni pervertirlas. Sonaron mucho más que nunca como The Chicks y esto es un poco lo que ocurre en RETURNING TO MYSELF.
Obviamente, la gran contraposición de RETURNING TO MYSELF es que se trata de un disco intimista como su propio nombre indica y en vez de crear un ambiente más crudo y desnudo que evidencie esa intimidad, opta por algo mucho más producido, un poco en la línea de su álbum anterior In These Silent Days (2021) que nos encantó en su momento y quizás entonces no nos importó, ni nos chirriaban tanto las leyes del mainstream, porque entendíamos que Brandi había llegado a él de manera orgánica. En este caso, no. Existe premeditación y alevosía para que todo sea así y por eso quizás nos molesta un poco más y hubiésemos agradecido un verdadero "retorno a ella misma", si entendemos por "ella misma" a aquella joven que nos enamoró con The Story (2007), Give Up On Ghost (2009) o el ya citado y reivindicadísimo Bear Creek (2012). No obstante, esta reseña puede estar cargada de reproches. Pero no es una reseña negativa. BRANDI CARLILE ha llegado a un estatus con RETURNING TO MYSELF de leyenda. Es ese disco en el que se ve que la artista no deja absolutamente nada al azar, todo está controlado y eso solo se consigue con veteranía y oficio. Es como uno de esos discos perfectos de Bonnie Raitt, salvando las distancias. Un trabajo en el que predominan las baladas y solamente hay una canción disruptiva justo en la mitad que es Church & State que o la amas o la odias. Realmente, RETURNING TO MYSELF es un álbum con buenas canciones. Pero en las primeras escuchas no parece que contenga singles tan memorables como The Story, The Joke o Right On Time, algo que, por otro lado, tampoco tiene mayor importancia. Pero nos hace pensar que es probable que una edición Deluxe se lance más pronto que tarde, para mayor escarnio de los que hayan apostado por este álbum comprándolo en preventa sin haber escuchado antes absolutamente nada. A ves si es posible que los artistas y las discográficas empiecen a respetar un poco más a los que todavía compran música en formato físico. Por cosas como estas, el mainstream apesta.
En cuanto a la crítica y teniendo en cuenta que RETURNING TO MYSELF se lanzó este viernes, ha obtenido una media de 82 sobre 100 que se distribuye de la siguiente manera: Variety 94/100; Paste 87/100; Allmusic, Mojo y HipHopDX 80/100 y Classic Rock y Rolling Stone 70/100. Parece que en la edición británica de Rolling Stone le han dado el 100/100 según recoge álbumoftheyear.org. Por nuestra parte solo tenemos que decir que quizás no haya vuelto del todo a sí misma, pero RETURNING TO MYSELF demuestra que BRANDI CARLILE no sabe hacer nada a medias. Nuestra nota es un 90 sobre 100 porque a pesar de todo lo que os hemos contado de su paso al mainstream, sigue siendo muy auténtica y RETURNING TO MYSELF es de esos álbumes que independientemente de que lleguen a dar hits o no, perduran en el tiempo.
MEJORES MOMENTOS:Returning To Myself, Human, Church & State, You Without Me, Joni...
No hay comentarios:
Publicar un comentario