Una de las grandes revelaciones del Country del 2017 se llama CARLY PEARCE, una cantante y compositora de Kentucky que lleva desde los 16 años sobre las tablas de Nashville y después de algún que otro obstáculo en su carrera, por fin ha conseguido a los 27 años firmar con una major como Big Machine en solitario y que su disco se haya convertido en uno de los grandes éxitos de la temporada. Un éxito que huele a premios Grammy, de lejos.
El camino hacia el estrellato comenzó el año pasado con su colaboración en una canción de Josh Abbott Band titulada Wasn't That Drunken la que Pearce brillaba como vocalista invitada. Pronto, la llamarían de Big Machine y pondría a su disposición todo el material -compuesto por ella misma, en su mayoría- para este primer largo titulado EVERY LITTLE THING.
¿Qué tienen las canciones de CARLY PEARCE para que nos hayamos fijado en ella?
Hace unos días reseñamos el regreso de Shania Twain, un referente para todas estas jóvenes artistas. Y no es ningún secreto que solamente fue una excusa para hablar de la Twain. Porque a pesar de contar con una producción muy vanguardista, el disco hacía aguas por todos lados. Sus canciones no enganchaban, carecían de esa garra que tenían sus canciones de los 90. Aún así, Twain sigue siendo una gran vendedora de discos. Porque las ventas de su Nowestán siendo mucho mejores de lo que cabía esperar.
En EVERY LITTLE THINGS de CARLY PEARCE puede que la producción de Busbee sea menos sofisticada que la que hicieron para Twain, pero es bastante más efectiva y todas las canciones enganchan y poseen esa garra de la que hablábamos antes. Por eso nos gusta CARLY PEARCE. También tenemos que decir que este disco no es tan completo como el disco de Maren Morris del año pasado que coqueteaba con otros muchos géneros además del Country. EVERY LITTLE THINGS es Country popular, del que vende discos en medio planeta y arrasa en los Grammy en la categoría de Country. Recuerda mucho a los mejores álbumes de Faith Hill de la que pronto tendremos noticias.
PHOEBE BRIDGERS tiene uno de los debuts más prometedores del 2017. Con tan solo 22 años nos ha regalado toda una experiencia con STRANGER IN THE ALPS. Un álbum en el que esta cantautora de Los Angeles se muestra tal y como es, según ha declarado, y su honestidad y verdad se convierten en dos de sus mejores armas para engancharnos y cautivarnos.
Antes de grabar este largo, Bridgers despuntó el año pasado con el single Killerproducido por Ryan Adams que también está incluido en este trabajo. Aunque los productores oficiales del disco sean Tom Berg y Ethan Gruska.
Es cierto que cuando te dedicas a escuchar música todo guarda relación y muchas cosas no ocurren por casualidad. Escuchando algunos cortes de Bridgers se nos venía a la cabeza un cierto parecido con nuestra queridísima Aimee Mann en algunos momentos y mirando nuestra documentación del productor Tom Berg, hemos encontrado que también trabajó con Aimee Mann en sus inicios.
STRANGER IN THE ALPS ha sido un trabajo muy bien valorado por la crítica con un promedio de cuatro estrellas y media sobre cinco y seguramente entrará en las listas de lo mejor del año. Esa extraña mezcla de fragilidad y madurez que tienen sus canciones pueden desarmar a cualquiera. Nosotros desde que lo hemos escuchado no podemos sacárnoslo de nuestra piel y es más que probable que también ocupe un puesto destacado en nuestra lista.
En España parece que STRANGER IN THE ALPS ha pasado un poco desapercibido desde que se editara el pasado 22 de Septiembre, resultaba más fácil encontrar su edición en vinilo. Porque es de esos discos que cuando te gustan, los quieres tener en CD y tambiñen en Vinilo. A pesar de que se trata de una única edición con diez cortes en la que no sobra, ni falta absolutamente nada.
Nosotros lo recomendamos vehemente y encarecidamente desde aquí y amenazamos con ponernos muy pesados con Phoebe Bridgers hasta que todo el mundo sepa quien es.
Es el momento de NUESTRA CUARTA PLAYLIST en la que repasamos algunas de las mejores canciones de las novedades que hemos reseñado últimamente, antes de sumergirnos en la recta final del año a la búsqueda de los mejores álbumes del 2017.
No hablábamos de NEWTON FAULKNER desde que editó Write It On Your Skin (2012), su tercer álbum de estudio. Desde entonces, ha publicado tres álbumes más. Os preguntaréis por qué no hemos comentado los dos anteriores. Sencillamente porque solo podemos reseñar un máximo de tres discos a la semana, aunque escuchemos prácticamente toda la producción anual. Además, en el caso de Faulkner tampoco íbamos a añadir nada nuevo, porque es un artista muy fiel a su estilo y desde su debut, ha tenido un sonido propio muy definido, ligado a su personalísima voz y manera de rasgar las cuerdas.
Hoy nos centraremos en su último lanzamiento HIT THE GROUND RUNNING. Uno de sus trabajos más souleros y un tanto desprovisto de las reminiscencias nostálgicas de sus primeros álbumes que nos recordaban al grandísimo Jeff Lynne y que tanto nos gustaban.
Este trabajo se posicionó en el puesto Nº13 de la lista británica nada más salir, mejorando mucho el puesto Nº41 de Human Love su álbum anterior del 2015. Parece que los tiempos de acaparar los primeros puestos de esa misma lista pasaron a la historia. Pero no por falta de calidad en sus propuestas. Ese es el estigma de cualquier músico que lleve diez años en la escena y tenga más de cinco discos publicados. De hecho, HIT THE GROUND RUNNING ha gustado mucho a los pocos críticos que lo han reseñado. Renowned Of Sounds le ha otorgado nada menos que cuatro estrellas y media sobre cinco, e imaginamos que este álbum terminará su periplo con una media de cuatro estrellas sobre cinco, cuando todos los críticos se hayan pronunciado.
NEWTON FAULKNER siempre nos ha parecido muy interesante y es cierto que HIT THE GROUND RUNNING es su mejor trabajo desde Write It On Your Skin (2012). Recientemente ha declarado que está muy contento con la producción de este sexto disco y que le gustaría que todos sus álbumes futuros sonasen así a partir de ahora.
A nosotros siempre nos ha fascinado su sonido, ya hemos dicho anteriormente que Faulkner es de esos artistas que escuchas un segundo de su voz o de un sonido de cuerda y enseguida lo identificas, tiene muchísima impronta en cada cosa que hace y, sinceramente, está teniendo una carrera demasiado discreta para lo bueno que es.
Nosotros tendremos muy en cuenta HIT THE GROUND RUNNING para nuestra lista de los mejores álbumes del 2017.
WILDWOOD KIN es un trío británico formado por las hermanas Beth y Emmillie Key y la prima de ambas Meghann Loney, que después de curtirse en las tablas de mil festivales, haber grabado algún Ep e incluso haber conseguido nominaciones para los premios folk de la emisora BBC Radio 2, este año han dado el salto y por fin han publicado el largo TURNING TIDES.
Somos el primer blog en castellano que habla de estas chicas que por no tener, no tienen ni ficha en Wikipedia. Unas completas desconocidas fuera del Reino Unido.
Aunque muchos las han comparado con nuestras queridas Haim es cierto que maman de las mismas influencias, como los omnipresentes Fleetwood Mac. Pero creemos que solamente se parecen en que son tres chicas con parentesco familiar entre ellas. Porque Wildwood Kin ha enfocado su carrera hacia el Folk y Haim son mucho más versátiles.
Esas guitarras de Warrior Daughter suenan muy a lo Mumford & Son otra de las influencias confesas de estas chicas, junto a Bob Dylan.
A nosotros nos han recordado a muchos otras bandas de chicas como Wilson Phillips o incluso a Clannad en los temas más folkies a pesar de que Clannad eran irlandeses y Wildwood Kin son de Exeter (UK).
Sobre lo que han dicho los críticos de este disco, nos tememos que ha pasado un tanto inadvertido para los medios importantes. Ya dijimos que es un trío y un trabajo completamente desconocido. Nosotros lo puntuaríamos con tres estrellas y media sobre cinco, que no está nada mal. Le falta media estrella para las cuatro, porque posee algunos lugares comunes ya transitados por otras bandas similares y en su conjunto nos resulta poco novedoso.
Quizás no sea un disco para figurar entre los primeros puestos de los mejores del año pero no siempre vamos a hablar de álbumes merecedores de esa posición. También hay álbumes pequeñitos que nos gusta mostrar a nuestro público por el simple hecho de que si no hablamos nosotros de esos álbumes, nadie lo va a hacer y son trabajos bastante dignos que tampoco merecen ser condenados al ostracismo gratuitamente.
Después de adelantos tan interesantes como los vídeos que hemos colgado de Dear Life y Up All Night y otras canciones como Wow o Colors que también están disponibles en Youtube, teníamos muchas ganas de que COLORS, el nuevo trabajo de BECK cayera en nuestras manos.
Pocos pueden presumir de tener una carrera tan sumamente ecléctica porque siempre hemos dicho que ningún álbum de Beck suele parecerse a otro, excepto la dicotomía intencionada Sea Of Change (2002) - Morning Phase (2014) que nos traía justo al Beck que más nos gusta.
¿Dónde encuadraríamos COLORS en su discografía?
COLORS es un álbum que reivindica viejos sonidos de los ochenta mezclados con algo de psicodelia, aunque algunos usan la etiqueta de pop experimental para definirlo, con toda la carga negativa de la palabra "experimental". Nosotros no estamos nada de acuerdo. O en tal caso, liberaríamos esa carga negativa. Porque los cortes de este disco no solamente son bastante audibles. Te atrapan desde la primera escucha, se te quedan pegados a la piel e incluso te hacen recordar a Bowie en momentos muy puntuales.
COLORS probablemente sea el álbum más alegre y luminoso de BECK con permiso de otros álbumes como Midnite Vultures (1999) o Guero (2005) que también destacan por ser álbumes coloristas. Los críticos han puntuado este trabajo con una media de cuatro estrellas sobre cinco y, sinceramente, lo entendemos. Porque si BECK tiene algo bueno es que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin renunciar a ser él mismo y es absolutamente genial que un músico que publica su álbum decimotercero consiga el sonido de COLORS, que es un álbum capaz de mantener al público que ya tiene y conquistar a otro público unos veinte años más joven. Hoy día esa es la clave del éxito: la regeneración de tus seguidores y BECK lo consigue una vez más.
Se ha dicho también que BECK ha sido el niño mimado de la crítica todos estos años porque sus discos siempre han sido calificados entre la genialidad y la excelencia. Algunos de nuestros lectores nos lo echaron en cara cuando proclamamos que Morning Phase era el mejor álbum del 2014, y nos sugirieron que las críticas a ese y otros álbumes de su discografía estaban un tanto hinchadas. Porque no consideraban que BECK fuera ni la mitad de bueno de lo que se ha dicho. Nosotros estamos totalmente en desacuerdo y hablamos desde nuestro propio criterio a la hora de puntuar discos. BECK podría salir perdiendo la mayoría de las veces si sus discos no estuvieran a la altura de las (enormes) expectativas que genera. No sabemos cómo lo hace. Pero siempre alcanza esas expectativas o las supera. Y nuestras críticas positivas son la consecuencia de ese hecho.
Hace un mes que conocimos Over Everything, el adelanto de LOTA SEA LICE de COURTNEY BARNETT y KURT VILE y estábamos deseando de que saliese el álbum para escuchar mucho más porque nuestro último recuerdo de las carreras de ambos por separado fueron dos discos importantes en el 2015, aclamados por la crítica indie que nosotros recogimos AQUÍ y AQUÍ.
La primera decepción es que el dúo se suma a la nueva moda de los discos de nueve cortes. No diez, ni once... ¡Nueve! Lo que quiere decir que tendréis que escucharlo en bucle unas cuantas veces para no tener la sensación de que termina justo en lo mejor y que os habéis quedado a medias.
A nosotros los discos de colaboraciones que más nos gustan son aquellos en los que existe una distancia diametral entre sus componentes y aún así, saben encontrar un punto en común y darnos una lección de buena música a todos.
En este caso, Barnett y Vile están hechos el uno para el otro. Los dos hablan exactamente el mismo lenguaje y no existe ninguna sorpresa en el resultado, no nos dan ninguna master class, ni tampoco lo pretenden. Algo que sí ocurría con otros discos de colaboraciones del año pasado -LoveLetter To Fire de Bean/Hoop o Case/Lang/Veirs por citar un par de ejemplos muy celebrados en este blog- Con esto, tampoco queremos desmerecer este trabajo que posee una frescura innata, derivada de la gran complicidad de sus dos autores.
Y la gran pregunta que se suele hacer cuando se está ante un disco de colaboraciones es... ¿Quien de los dos artistas se ha llevado el disco a su terreno? -y en algunas ocasiones hasta "el gato al agua"-
Y en este caso, la respuesta es: Courtney Barnett. Este disco es mucho más Barnett que Vile aunque lo firmen los dos. Para Kurt Vile este trabajo es un paréntesis en su carrera. En cambió si que guarda cierta continuidad con el disco debut de Courtney Barnett.
A nosotros este trabajo nos ha dejado un poco fríos, no es que nos parezca un disco malo, que por supuesto no lo es. Es bastante bueno. Pero nuestras expectativas estaban muy altas tratándose de ellos y esperábamos mucho más. Error nuestro, porque como decíamos anteriormente, se nota que se lo están pasando muy bien tocando y componiendo juntos sin ningunas aspiraciones a crear el discazo del año o a tomarse demasiado en serio a ellos mismos.
En diciembre desvelaremos si nos ha acabado encantando con sucesivas escuchas y si lo tendremos en cuenta para nuestra lista de lo mejor del 2017.
Qué sería de nosotros sin estos maravillosos intérpretes y compositores británicos que hacen historia cada vez que graban un álbum... Hoy le toca el turno a John Paul Cooper, o mejor JP. COOPER tal y como ha firmado su álbum debut RAISED UNDER GREY SKIES que se editó por fin la semana pasada.
JP. COOPER ha estado trabajando los dos últimos años en sus canciones, que se han ido lanzando poco a poco y, concretamente, September Song ha funcionado muy bien en listas y se ha vendido mucho mejor, certificando el platino en UK y Suecia y el Oro en Bélgica y Canadá. Y como suele ser habitual en el mercado británico últimamente, los discos debut no parecen discos debut. Más bien parecen discos de grandes éxitos de un artista consagrado. Algo que por un lado es muy bueno, porque todos estos artistas nos están dando auténticas pequeñas obras maestras del pop contemporáneo. Pero por el otro... Algunos se están quedando vacíos de cara al segundo o tercer disco. Y luego vienen los parones como le ocurrió a Adele o Sam Smith. Porque este chico pretende jugar en la misma liga que ellos.
Concretamente RAISED UNDER GREY SKIES cuenta nada menos que con trece productores distintos y algunos cortes del disco, se puede decir que están sobre-producidos. De hecho, no nos gusta demasiado la producción para la versión principal de September Song del disco. Nos gusta mucho más la del vídeo que os hemos enlazado o la de su versión acústica, que incluye la edición Deluxe del disco con veinte cortes.
Antes hemos nombrado a Sam Smith y es que JP. COOPER también viene con ánimos para renovar el Soul con su gran voz. Sin todos estos artistas británicos que aportan un gusto excelente a la hora de componer y, sobre todo, interpretar cada una de sus canciones, el Soul o Neo Soul no estaría viviendo su mejor momento. Además, Smith y Cooper comparten uno de los productores determinantes dentro del género: Ben Ash; más conocido como Two Inch Punch.
Sinceramente RAISED UNDER GREY SKIES es una apuesta muy ambiciosa. Y no deja de ser una apuesta que puede resultar ganadora y conseguir grandes ventas y premios, emulando a los artistas ya citados. Pero también podría fracasar y nunca volveríamos a saber nada más de JP. COOPER. Depende en gran medida de la recepción del público que empieza a identificar a demasiados cantantes en este tipo de géneros. Nosotros creemos que el disco está hecho para vender copias y que le guste a todo el mundo y de cara a ser premiado, solo tiene un claro competidor: Rag 'N' Bone Man -También producido por Two Inch Punch- que tal y como le ha ido el año, se perfila como uno de los ganadores del 2017 en el panorama mainstream. La ventaja de JP. COOPER es que haber editado en Octubre garantiza a este RAISED UNDER GREY SKIES que suene bastante durante el 2018 y que incluso opte a premios el año que viene, si antes de su edición ya se han cerrado las listas de candidatos a premios de este año.
Nosotros es un disco que recomendaríamos a todas aquellas personas que vibran con Adele, Sam Smith o Rag 'N' Bone Man. Y lo tenemos muy en cuenta para nuestra lista de los 100 mejores discos del 2017.
Teníamos muchas ganas que llegase el momento en el que JAMIE LAWSON volviera a la carga con un nuevo trabajo y el pasado 29 de Septiembre veía la luz HAPPY ACCIDENTS, en un fin de semana repleto de novedades muy esperadas como el retorno de Shania Twain o el nuevo trabajo de Miley Cyrus que eclipsaron injustamente, de cara a los medios, este nuevo álbum de Lawson que es igual de bueno o incluso mejor que su álbum homónimo del 2015 del que fuimos los primeros en hablar.
La figura de Ed Sheeran, amigo y mecenas de Lawson sigue estando muy presente en este segundo trabajo. Sheeran sabe que cualquier vídeo que publica en Youtube obtiene millones de visitas, por eso grabaron juntos una versión acústica del single de presentación de Jamie LawsonCan't See Stright, porque muchas veces no hay mejor promoción que ir de la mano del artista del momento.
Y seamos honestos... Sin desmerecer Divide de Ed Sheeran, nos gusta muchísimo más HAPPY ACCIDENTS de JAMIE LAWSON, aunque no creemos que las canciones de este trabajo vayan a sonar en medio planeta como las de Sheeran y no por falta de calidad. Sheeran es el cantante de moda de los Millennials. El público de Lawson es adulto. Probablemente, los papás de los Millennials.
Uno de los grandes retos de este trabajo cuya edición Deluxe tiene nada menos que dieciséis cortes, es que todo el material es nuevo. Porque recordemos que Lawson había publicado un par de álbumes antes de su álbum homónimo del 2015 que contenía una brillante selección de las mejores canciones de esos trabajos. Un auténtico discazo que relanzó su carrera tal y como se esperaba.
En esta ocasión, son canciones completamente nuevas escritas para este "segundo" trabajo y el resultado es mejor que bueno. Tampoco es que asuma grandes riesgos con respecto a su trabajo anterior, pero es que no necesita asumirlos. Él consiguió un sonido acústico muy reconocible. Su propio sonido, desde su primer trabajo. Es una idiotez cambiar algo que está bien. De hecho, uno de los errores más típicos que se cometen cuando se cuenta con una producción más cara que la que se tenía para trabajos previos, consiste en visibilizar ese dinero recargando y sobre-produciendo. Lawson no comete ese error. Sus canciones siguen sonando como siempre, quizás cuenta con más instrumentos y apoyo vocal que antes, pero no hace ostentación de ello. Todos los sonidos fluyen en perfecto equilibrio.
No tenemos muchos datos de los críticos. Los más "importantes" no se han molestado ni en opinar sobre el disco, así que tendréis que confiar en nosotros cuando os decimos que es un cuatro estrellas sobre cinco. Nosotros lo recomendamos desde aquí y empezamos a tenerlo en cuenta para nuestra lista de lo mejor del 2017.
Ya sabéis que en este blog odiamos las necrológicas muchísimo, porque una necrológica suele tener un esquema formal y si te fijas en muchas de ellas, llega un momento que sólo hay que cambiar el nombre de la persona y algunos datos, para acabar convirtiéndose en una fotocopia unas de otras y decir lo mismo de siempre lleva a que algunas palabras pierdan toda la carga de su significado. Y alguien como TOM PETTY no se merece eso.
En la blogsfera también podéis encontrar entradas muy trabajadas, en las que no falta un solo detalle. Como ejemplo; la de mi amigo Alberto de Común Sin Sentido a la que poco o nada podríamos aportar nosotros musicalmente hablando. Así que hemos decidido rendir tributo a TOM PETTY ahondando en nuestra parte emocional. Por un momento abandonaremos el plural estilístico del blog -ejercicio que estoy haciendo demasiado últimamente- y os contaré lo que ha supuesto en mi vida este gran músico que nos ha dejado prematuramente.
Tengo que confesar que descubrí a TOM PETTY bastante tarde si tenemos en cuenta que comenzó a publicar como Tom Petty & The Heartbreakers en 1976. Entonces yo tenía seis añitos y a pesar de que era un niño bastante precoz que ya prefería a Pink Floyd antes que otros subproductos patrios destinados para niños de esa edad, en casa tampoco había entrado ningún disco de Tom Petty, que ya sabéis como funcionaban las cosas en aquella época. Mis hermanas tenían una colección de vinilos, pero siempre había dos o tres vinilos perdidos que un día dejaron a alguien, que se lo dejó a otro alguien y nunca regresaron. Pero, a cambio, aparecían milagrosamente otros tres o cuatro vinilos ajenos que empezaban a formar parte de la colección de discos de mis hermanas y saldaban así sus cuentas de que nadie devolviese los discos que prestaba. Esa era una de las maneras en las que Tom Petty se podría haber colado en casa como se colaron otros muchos y nunca salieron de ella. Pero no, mis hermanas no estuvieron muy finas con los trueques y yo descubrí a Tom Petty muchos años después.
Tardé más de una década en descubrirlo y de rebote, porque no sé si recordaréis aquellos discos mágicos de un supergrupo llamado Traveling Wilburys con George Harrison, Bob Dylan, Roy Orbison, Tom Petty y... Jeff Lynne. Si seguís este blog y habéis visto alguna vez la sección de canciones sabréis que soy muy fan de E.L.O. y para mi Jeff Lynne siempre ha sido el puto amo. Consiguió un sonido propio y característico que imprimía en todas sus producciones, incluidas las que hacía para otros artistas. Y para mi, ese sonido siempre ha sido lo más parecido a la felicidad.
A finales de los 80, Lynne produjo algunos trabajos para Tom Petty; con esos trabajos y su incursión en The Traveling Wilburys, Petty me ganó para siempre. Sus canciones me daban muy buen rollo. De hecho, si estoy de bajón no sé qué tiene Learning To Fly que enseguida hace que me recupere. Y luego estaban los malditos ochenta y todas esas canciones vergonzosas que escuchaba la gente tipo Modern Talking que hoy día son indispensables para que suenen en una fiesta retro, y yo soy el primero que las pincha. Porque todo el Reggaetón y la basura que ha venido detrás, las ha hecho buenas. Pero entonces, me parecían una auténtica mierda y prefería refugiarme en Talking Heads, Suzanne Vega o estos discos de Tom Petty con Jeff Lynne.
En aquellos tiempos era un simple estudiante que disponía de dos mil pesetas a la semana. Mil para salir un sábado y otras mil para salir un domingo. Y a pesar de que los adolescentes se vuelven intratables, considero que no he dado demasiada guerra. No era de pedir más dinero del que mis padres me quisieran dar. Pero ahora que lo pienso... Las dos mil pesetas estiraban muchísimo, porque prefería guardarlas y comprar discos antes que salir. Podía ir al cine un domingo por la tarde, pero poco más. Y en circunstancias como esta, cuando se tiene un capital tan limitado, alguien con una carrera detrás como la de Tom Petty te lo ponía francamente difícil si te querías poner al día con su discografía anterior. Así que esperé y esperé como agua de Mayo un recopilatorio que tardó muchísimo en llegar. Tanto, que cuando se editó en 1993 yo ya estaba en la Universidad y me había dejado seducir por la estética y los sonidos grunge. Pero lo disfruté como un auténtico enano y todavía hoy lo tengo a mano y lo escucho de vez en cuando. Y ese videoclip de Mary Jane's Last Dance con una bellísima Kim Basinger, lo tengo grabado en la retina.
Pero si hay una canción de Tom Petty que me ha acompañado media vida esa es You Don't KnowHow It Feels de Wildflower (1994) y es curioso porque cuando se editó solamente tenía 24 años y me parecía simplemente una canción buena. Entonces no me identificaba demasiado con la letra porque no me consideraba una persona demasiado complicada. Pero cuando cumplí los 30 y comenzó el rosario de crisis existenciales que he tenido a lo largo de mi vida -antes de los 30 no había tenido ninguna- digamos que esa canción se apoderó de mi porque su letra explicaba muy bien todo lo que me estaba ocurriendo y yo mismo era incapaz de expresar con palabras. En ese momento hubiera agradecido que en mi entorno hubiera una sola persona que supiese inglés, además de mi, porque se la hubiera pinchado y me hubiera ahorrado largas horas de conversaciones que no iban a ningún lado.
El año pasado Tom Petty volvió a publicar un segundo volumen como MUDCRUTCH -su banda inicial- un álbum que hizo que me reencontrara con él después de mucho tiempo y es un trabajo de quitarse el sombrero. Parece mentira que alguien que lleva casi cinco décadas en la música pueda sorprendernos con un disco como Mudcrutch 2 que muchas listas -incluida la nuestra- destacaron como lo mejor del 2016.
Precisamente por este trabajo que nos regalaba a un Tom Petty en plena forma y con muchísimo que contar todavía, hemos sacado como conclusión que la vida es impredecible y solamente sabes que te has despertado esta mañana. Lo de después, es una sorpresa. Hoy día que la esperanza de vida ha aumentado en varios años y que los cuarenta, cincuenta y sesenta de ahora no son los mismos cuarenta, cincuenta y sesenta de hace veinte años, fallecer con sesenta y seis es horrible para el que se va. Pero si además es un genio como Tom Petty que ha conseguido hacernos felices con sus canciones durante décadas, es igualmente horrible para los que nos quedamos. Afortunadamente nos deja un legado que se va a revalorizar ahora que no está. Porque fue uno de los mejores, aunque no se reconociera lo suficiente en vida.
Nunca hubiéramos imaginado que HISS GOLDEN MESSENGER editara tan pronto ALLELUJAH ANYHOW y que además fuera un disco tan grande, si tenemos en cuenta que todavía no ha hecho ni un año de la publicación de su anterior trabajo Heart Like a Levee (2016) -incluido en nuestra lista de los mejores álbumes del 2016- que nos parecía insuperable y hubiera merecido un tiempo mayor de atención.
Ahora es cuando reprocharíamos la inmediatez de los tiempos y que todo vaya tan rápido, pero no lo vamos a hacer porque ALLELUJAH ANYHOW es una auténtica maravilla. Nos atreveríamos a decir que es incluso mejor que Heart Like a Levee (2016).
Detrás de HISS GOLDEN MESSENGER se esconde el músico, intérprete y compositor Mc Taylor. Podríamos decir que sus últimos trabajos deambulan entre el Indie Folk, Folk Rock o incluso Country Alternativo. Nosotros hemos encontrado ciertos paralelismos con John Mellencamp que este año ha brillado especialmente con Sad Clowns & Hillbillies (2017).
Ya sabéis que estas entradas se suelen escribir en plural por puro estilo EXQUISITECES y aunque suene a que hay toda una redacción escribiéndolas, se puede decir que estoy solo la mayoría del tiempo y pocas veces hablo como Midas, el que escribe. Hoy lo voy a hacer.
Cada semana se editan muchísimos discos de todos los estilos y géneros, os aseguro que los escucho todos, para escribir estas reseñas y poder confeccionar la mejor lista que se pueda hacer de los mejores discos del año. Una que abarque unos 1.000 ó 1.500 discos escuchados al año, para luego quedarnos con 100. Os contaré que llevaba unos días muy rutinarios, escuchaba un disco tras otro. Técnicamente y musicalmente podía decir cosas sobre ellos y destacar lo positivo de cada uno, porque llevo ya años en esto y sé hacer mi trabajo. Pero en el plano afectivo, no podía decir nada. Ninguno de esos discos había conseguido tocarme emocionalmente, ninguno me estaba haciendo sentir nada y me estaba replanteando si tomarme esto con más calma, porque no estaba disfrutando de la música.
Afortunadamente, llegó ALLELUJAH ANYHOW y cambió esta percepción por completo. Me atrapó y me enamoré del disco tras las primeras notas de la primera canción. Es un disco que me ha hecho sentir y eso ya son cinco estrellas por mi parte.
No sé lo que han dicho los críticos importantes de este trabajo, ni me voy a molestar en mirarlo esta vez. Porque francamente me importa una mierda y creo que ya he demostrado sobradamente que tengo olfato para esto. Y mis cinco estrellas valen tanto como las de ellos.
También os diré que ha sido "amor puro". Pero tampoco ha sido el único flechazo que he tenido este año, ha habido otros. Porque en el amor a la música no existe la monogamia. Cuanto más promiscuos seamos, mejor.
ALLELUJAH ANYHOW es un disco bastante oportuno, tiene que ver también con la resiliencia de la que nos hablaba Tori Amos en Native Invader o cómo mantener la sonrisa cuando todo se está derrumbando a tu alrededor. Es ese disco para recordar que vivimos tiempos difíciles, muy difíciles. Pero siempre hay una salida.
Un álbum que recomiendo encarecidamente desde estas páginas porque ha significado ese balón de oxígeno que necesitaba para llegar a Diciembre sin tirar la toalla.