Qué difícil resulta a veces mantenerse en el candelero. Cuando OF MONSTERS AND MEN publicaron su álbum debut My Head Is An Animal en su Islandia natal en el 2011, seguramente nunca pensaron que el lanzamiento posterior al mercado americano y europeo en el 2012 se convertiría en el gran éxito que todos conocemos. Han pasado siete años y un segundo disco: Beneath The Skin (2015) que si ya era bueno cuando se editó, ha ganado muchísimo con el tiempo. El gran problema de OF MONSTERS AND MEN para no repetir el éxito comercial de su álbum debut ya se atisbaba en ese segundo disco y se hace patente en este FEVER DREAM. Y no es que sean malos discos, probablemente sean hasta mejores discos que su aclamado álbum debut. Pero han perdido su idiosincrasia de banda islandesa que conquistó al gran público. Esa sección de viento liderada por los acordeones, esos ritmos marciales marcados con un ¡Hey! y todo ese exotismo que les valió el favor del gran público se han ido marchando y ya no queda nada de eso en este tercer disco. Eso sí, es un pop muy elegante y depurado como el que hacen muchas otras bandas de pop escandinavo. Pero puede parecer que ya no son ellos.
Salvando las distancias y para que hasta el más Dummy nos entienda, es como si Rosalía que ha triunfado en todo el mundo cantando en Castellano, mañana le hacen grabar un disco en Inglés tipo Katy Perry o Taylor Swift e intentan colárnoslo como si fuera lo más normal del mundo. Aunque repetimos, no consideramos que FEVER DREAM sea un mal disco, ni siquiera un disco fallido. Y lo peor de todo es que si nos hubieran dado más de lo mismo, también nos quejaríamos.
Lo que acabamos de explicar se nos ocurre que puede justificar algunas de las notas bajas que le han caído. Siendo honestos, este álbum si lo presentara cualquier otra banda que no sean ellos seguramente hubiera recibido mejores notas. Por eso nosotros hemos decidido darle un 80 sobre 100. Después de todo, pensamos que toda banda debe tener la opción de hacerse a sí misma y arriesgarse. Y todos sabemos que cuando se ha tenido un gran éxito comercial, no darle al gran público lo que espera siempre es contraproducente para la banda.
Los medios han dicho: Sputnickmusic (84); AllMusic y Q Magazine (80); The Line Of Best Fit y Clash Music (70); Paste Magazine (63); NME y The Independent (60) y DIY (50). Lo que se convierte en un 70 sobre 100.
VALORACIÓN EXQUISITECES: 80
MEDIA DE LA CRÍTICA: 70
Hace cuatro años viajé a Islandia y descubrí este grupo, primero con su segundo disco beneath the skin (creo que el mejor) y de rebote con su disco debut my head is an animal. No puedo negar que la relación de su música con los paisajes del país pudo influir, pero me parecieron un grupo con identidad, y que manejaban solventes otros registros más allá del "hey" característico.
ResponderEliminarEste tercer disco es un poco lo que me esperaba: mantenimiento de calidad, pero exceso de diseño, como si todo estuviera demasiado pensado para no dar un paso en falso, lo que reduce la vena natural, más fresca, que creo mantenían en sus discos anteriores, y de la que sólo quedan ramalazos.
No creo que se pierda la identidad por intentar ser comercial al uso, sino porque cuando un artista o un grupo alcanzan el éxito por tener una fuerza y espontaneidad propia (Munford & sons serían otro ejemplo) llega un momento en que si sigues haciendo lo mismo ya no es espontáneo, y pierdes, y si haces otra cosa no lo haces con tanta fuerza, y pierdes.
Como bien dices es una paradoja por la que muchos pasan no en su segundo disco, sino en el tercero y siguientes y me temo que es inevitable.
Buen disco común, pero yo prefiero un regular disco propio.
@ Rubén Castélls
ResponderEliminarEstamos de acuerdo de que el segundo disco es el mejor. Y no te vayas a pensar que a mi me encantaban esos "Hey" y esos acordeones del primero. Pero es lo que hicieron que el disco vendiera una cantidad obscena de copias en todo el mundo. Especialmente en el mercado americano y con el tema "Little Talks". Incluso nos podríamos haber ahorrado hablar de identidad e idiosincrasia para hablar directamente de un One-Hit Wonder. Que a este paso será lo que acaben siendo.
Este disco no es malo, es un disco digno. Pero es lo que tu dices, están cubriendo expediente, todo está muy medido en un mero acto burocrático para asegurarse una continuidad en su carrera que igual la consiguen, pero reduciendo el mercado solamente al islandés. Porque esto no tiene nada de especial para tener éxito fuera. Espero equivocarme porque no me alegra el fracaso de nadie.