LA CONSAGRACIÓN DE NOAH CYRUS

 

NOAH CYRUS nos dejó muy sorprendidos con su álbum debut The Hardest Part (2022). Vimos a una artista con una visión muy clara de lo que quería transmitir y que había encontrado su propio sonido desde el minuto cero. La crítica se volcó con ella y lo ha vuelto a hacer con este segundo trabajo titulado I WANT MY LOVED ONES TO GO WITH ME, aunque a ese punto llegaremos en el segundo bloque de esta reseña. Este álbum puede suponer una continuación de The Hardest Part (2022) que fue un debut introspectivo y muy emocional, donde Noah exploraba el dolor, la pérdida, la adicción, el trauma familiar y la búsqueda de redención. Este segundo disco sigue abordando emociones complejas, pero lo hace desde un lugar más sobrio y maduro. Hay una aceptación más profunda del pasado, menos lucha y más comprensión. Sonoramente, hay una evolución clara: sigue habiendo folk y alt-country, pero con una producción más refinada, atmósferas de ensoñación y una sensación más íntima, incluso espiritual. Las letras muestran a una Noah que ya no solo está sanando, sino también mirando hacia el futuro, con una voz más firme sobre lo que quiere y sobre todo, a las personas que quiere en su vida. En I WANT MY LOVED ONES TO GO WITH ME, otro de los aciertos ha sido volver a contar con Mike Crossey, que asegura esa coherencia sonora y narrativa con su primer trabajo. Aunque este segundo álbum se podría definir también como una versión mejorada y bastante más ambiciosa en la que Crossey no está solo. También están acreditados como productores Dave Hamelin, Robin Pecknold y la propia NOAH CYRUS. Aunque capítulo aparte merece el apartado de colaboraciones. Auténticas colaboraciones de ensueño con Fleet Foxes, Ella Langley, Blake Shelton y Bill Callahan.

En cuanto a la crítica, parece que otros discos han acaparado más foco mediático que I WANT MY LOVED ONES TO GO WITH ME. Porque solamente dos medios se han pronunciado hasta el momento: Sputnikmusic que le otorga el 100/100 y considera que es uno de los mejores álbumes del año y Rolling Stone con un 80/100 que concluye con una media provisional de 90 sobre 100. No obstante, tendrá más valoraciones sin prisas y tendremos que actualizar este apartado. Porque este va a ser un álbum con una vida algo más larga de lo normal. Ya os comentamos en la entrada anterior que NOAH CYRUS no es una artista exactamente indie, está más cercana al mainstream aunque pueda no parecerlo y ella y su equipo trabajen mucho para que no lo parezca. I WANT MY LOVED ONES TO GO WITH ME es un álbum que tiene su público. Nosotros lo tenemos muy claro. No le dimos el pleno a su álbum debut porque queríamos ver su evolución. Ya la hemos visto: NOAH CYRUS no repite fórmula, sino que construye sobre lo anterior. Si el primero era una especie de catarsis, este es un disco de convicción. NOAH CYRUS Se supera. Pero tenemos la sensación de que sigue guardando un as en la manga para que el próximo álbum sea aún mejor. Nuestra nota para este segundo trabajo es un clarísimo y merecidísimo 100 sobre 100.   

MEJORES MOMENTOS: New Country, Don't Put It All To Me, I Saw The Mountain, Way Of The World, New Country...

MEDIA CRÍTICA: 90/100

NUESTRA VALORACIÓN: 100/100