miércoles, 1 de marzo de 2023

ESCUCHANDO A GRACIE ABRAMS SIN PREJUICIOS.


En algunos casos es bueno acercarse a los álbumes a ciegas, sin tener ninguna información de la persona que hay detrás. De GRACIE ABRAMS sabíamos que la había fichado un sello discográfico importante y había sacado un par de Eps con cierto éxito, que no habíamos escuchado. Pero también sabíamos que es la hija de uno de los hombres más poderosos de Holywood, JJ Abrams -Productor de éxito en televisión y director de las sagas recientes de Star Wars y Star Trek- y que GRACIE ABRAMS ha recibido muchas acusaciones de nepotismo en forma de hate en las Redes Sociales por ello. Dicen que lo ha tenido mucho más fácil que otros artistas para acceder a una carrera discográfica, gracias a los contactos de su padre. Cuando nos enteramos que este álbum debut titulado GOOD RIDDANCE salía a la venta esta semana, teníamos que hacer lo posible por escucharlo sin los prejuicios que todo eso pudiera generar, y la única manera que teníamos de hacerlo fue pedirle a uno de nuestros colaboradores que confeccionara una playlist con cinco álbumes aleatorios de los que tampoco teníamos ninguna referencia y que incluyese GOOD RIDDANCE entre ellos. Escuchamos los cinco álbumes, tomamos notas de los cinco -algunos se reseñarán próximamente- y cuando desvelamos la identidad de cada una de sus autoras y nos llegó el momento de ver lo que habíamos escrito sobre GOOD RIDDANCE de GRACIE ABRAMS nos llevamos una grata sorpresa. Porque fue el álbum que más nos inspiraba una reseña de los cinco. Y no pensamos cambiar ninguna línea de lo que escribimos ahora que sabemos que se trataba de ella. 

GRACIE ABRAMS ha citado como influencias musicales a Joni Mitchell, Simon & Garfunkel, Elvis Costello, Bon Iver, Elliott Smith, Kate Bush, The 1975, James Blake, Taylor Swift, Lorde, Metric, The Killers, y por supuesto a la omnipresente Phoebe Bridgers. Y ha sido correspondida por algunos de estos artistas como Swift o Bridgers que han hecho pública su admiración y apoyo por Abrams para contrarrestar todo ese hate al que se vió sometida. Una vez más el nombre de Phoebe Bridgers es clave para describir este trabajo de GRACIE ABRAMS compuesto a cuatro manos por Abrams y Aaron Dessner (The National) que es el productor del álbum al que se le suma Matías Téllez como co-productor adicional en dos de los cortes. Y ya lo comentábamos el otro día cuando hablamos de Samia que guarda ciertas similitudes con GRACIE ABRAMS por ser también hija de dos celebrities -aunque Samia siempre estuvo libre de sospechas- y por contar las historias que cuentan las cantautoras de su generación, abanderadas por Phoebe Bridgers, en álbumes denominados "confesionales" que son como auténticos diarios en los que desnudan su álma y narran sus problemas y ansiedades. En el caso de GRACIE ABRAMS su manera de describir el sentimiento de culpa es desgarradora. Musicalmente recuerda mucho a Phoebe Bridgers o a la propia Samia, incluso a Clairo. Si hubiera que poner un pero, quizás sería que el mercado comienza a saturarse con este tipo de cantautoras y que al final solamente sobrevivirán las mejores. Aunque ahora mismo no sobra ninguna y hay espacio para todas ellas. Porque es cierto que todas están cortadas por el mismo patrón, pero cada una de ellas aporta algo diferente. 

Los críticos le han dado una media de 79 sobre 100 que se distribuye de la siguiente manera: Dork le otorga el pleno, el 100/100 y considera que es uno de los mejores álbumes del año. Luego tenemos cierta unanimidad con el 80/100 por parte de NME, DIY y Clash y las notas más bajas son 70/100 y 62/100 y provienen de The Line Of Best Fit y Pitchfork, respectivamente. El tono de la crítica de Pitchfork evidencia todos esos prejuicios que nosotros queríamos evitar a toda costa. Algo que creemos haber conseguido. Por nuestra parte, es cierto que encontramos demasiados referentes muy recientes como influencias, desde la ya citada Phoebe Bridgers, hasta las producciones que Jack Antonoff ha realizado últimamente. Cuando dijimos en su día que Folklore (2020) de Taylor Swift marcaría un hito en la historia de la música contemporánea y que afectaría a futuras producciones, nos referíamos justo a esto. En nuestras escuchas a ciegas hubiéramos jurado que la producción de este álbum pertenecía a Antonoff en vez de a Dessner. A pesar de que existe una delgada línea que separa la referencia-homenaje del plagio y aquí encontramos algunos momentos que nos han hecho dudar, en líneas generales el álbum nos ha gustado bastante, y concretamente sí que hemos apreciado el talento de su autora, hasta el punto de que nuestra primera valoración (también a ciegas) fue de un 90 sobre 100. Valoración que ahora que sabemos que es ella no podemos bajar a nuestro 85/100 de rigor, porque entonces también saldrían a flote nuestros prejuicios y no habría servido de nada el experimento.

    


MEJORES MOMENTOS: Difficult, Where Do We Go Now?, I Know It Wont Work

MEDIA DE LA CRÍTICA: 79/100

NUESTRA VALORACIÓN: 90/100

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