viernes, 6 de septiembre de 2024

EL MEJOR ÁLBUM DE AMOS LEE EN AÑOS.

 


Y llegamos a TRANSMISSIONS el noveno álbum de estudio de AMOS LEE. Aunque no hay que obviar que entre este trabajo y su álbum de estudio anterior Dreamland (2022), Lee grabó dos álbumes de covers homenajeando a dos de sus mayores influencias: Chet Baker y Lucinda Williams. En los álbumes My Ideal: A Tribute To Chet Baker Sings (2022) y Honeysuckle Switches: The Songs Of Lucinda Williams (2023) respectivamente. Tenemos que citar necesariamente estos dos trabajos porque no fueron discos alimenticios en ningún caso. Se tiene la falsa idea de que cuando un artista edita un álbum de covers es para ganar tiempo para trabajar más en su siguiente álbum. Pues bien, nunca se entendería TRANSMISSIONS sin la existencia de esos dos trabajos. Es cierto que AMOS LEE posee una carrera muy estable y empezábamos a ver que quería evitar el desgaste propio de los veteranos con intentos como Dreamland (2022) que a nosotros nunca nos terminó de convencer, a pesar de que consiguió que algunas de las canciones de ese álbum fuesen de las más reproducidas de su carrera. Hoy, Dreamland (2022) nos parece mucho más arriesgado de lo que nos pareció en su día y ha continuado arriesgando mucho más con TRANSMISSIONS. Aunque en TRANSMISSIONS no juega en ningún momento como hizo en su álbum anterior. Ni tampoco tiene a ningún productor que le proponga esos juegos, a veces un tanto peligrosos. En TRANSMISSIONS las bases son mucho más sólidas y aplica toda su sabiduría musical y sus influencias. El álbum se abre con Built To Fall, un corte semihablado in crescendo que podría pertenecer perfectamente al repertorio de Bob Dylan. Esa apertura de álbum es como una bofetada en la cara que te advierte de que el viaje que vas a transitar con este nuevo trabajo no va a ser el que te podías esperar. Es mucho mejor. No es un álbum previsible a pesar de que nunca deja de ser AMOS LEE al 100% y saca todo lo mejor de sí mismo. Este álbum se grabó en cinco días en la zona rural de Marlboro (Nueva York) y está producido por el propio AMOS LEE. Es uno de sus álbumes más competos y variados. Encontraremos una amplia gama sonora que se basa en el jazz, el pop, el folk y el soul. Se podría resumir en que es el resultado de dos décadas de carrera muy bien aprovechadas y lo mejor es que esto no se va a quedar aquí. Continuará. Porque como músico y autor, AMOS LEE está en constante búsqueda.  



En cuanto a la crítica, de momento, solamente tenemos tres valoraciones: el 90/100 de AllMusic, el 80/100 de Spectrum Culture y el 70/100 de American Songwriter que hacen una media de 80 sobre 100 que junto a la de Spirit (2016) son las más altas de su carrera. Aunque no se hayan escrito más valoraciones que esas tres, el álbum ha sido reseñado por otras publicaciones con opiniones muy favorables y con la unanimidad de la mayoría en que la carrera de AMOS LEE se ha construido desde el trabajo y la humildad. A nosotros es un álbum que nos ha sorprendido muchísimo. Es cierto que un artista como AMOS LEE siempre mantiene un buen nivel en todos sus trabajos y casi por inercia te esperas que va a darte algo bueno. Pero no tan bueno. No nos lo hubiésemos imaginado ni en un millón de años y además es de esos discos que te parece aún mejor, cuanto más lo escuchas. Nuestra nota inicial es un 92 sobre 100 y decimos inicial porque si se convierte en uno de nuestros álbumes favoritos con las próximas escuchas, esa nota podría subir hasta el 100/100. En Diciembre, cuando vayamos a hacer nuestra lista de los mejores álbumes del año, lo resolveremos. 


MEJORES MOMENTOS: Hold On Tigh, Darkest Places, Carry You On, Beautiful Day, Night Light, Lucky Ones, When You Go...

MEDIA DE LA CRÍTICA: 80/100

NUESTRA VALORACIÓN: 92/100

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