Hace tiempo que teníamos ganas de volver a hablar de la gran CHANTAL KREVIAZUK, recuerdo que uno de los primeros posts que escribimos en nuestro primer mes de existencia, allá por Octubre del 2009 se lo dedicamos a ella. Entonces estaba reciente la publicación Plain Jane, su quinto álbum de estudio. Y nunca imaginamos que tardaría casi siete años en volver a editar otro disco. Kreviazuk ha vuelto con HARD SAIL, un álbum que refleja las vivencias de la autora en estos últimos siete años.
El título HARD SAIL puede referirse a una navegación ardua o tortuosa, como metáfora de la propia vida o también al hecho de velar a una persona enferma hasta su muerte, enfatizando su dureza con el adjetivo "Hard". Las dos interpretaciones valdrían para tener claro hacia dónde apunta este nuevo trabajo. Pero a tenor de la documentación que hemos usado para confeccionar esta entrada, parece ser que HARD SAIL se refiere a la dureza de ese proceso de velar a un ser querido hasta su muerte, por el que, desgraciadamente, todos pasamos alguna vez en la vida y no todos reaccionamos de la misma manera. En el caso de CHANTAL KREVIAZUK,
se ha sabido que la pérdida de su ser querido (Se presupone que se trata de su mejor amiga. Aunque su identidad ha permanecido en el anonimato) le trasladó a un estado de shock que derivó en estrés postraumático. Y se exorcisó usando la música como terapia. De hecho,
dos canciones del disco: Lost y I Love You, se escribieron en uno de los momentos más
álgidos del shock.
Pero ya sabéis que las vidas nunca están marcadas al 100% por la alegría o la tragedia, la felicidad o la tristeza, se puede pasar por todos esos estados como los picos de un
electrocardiograma. Y siete años de vivencias dan para mucho. Por lo que no todas las canciones de este álbum se centran en la pérdida y en la muerte, afortunadamente. Aunque si nos fijamos solamente en la ejecución musical sin tener en cuenta las letras de esa temática, nada hace suponer que este trabajo vaya a ser el más oscuro de su discografía. Lo que nos parece bastante inquietante.
De los dos singles de adelanto: Into Me, es una canción muy luminosa en la que Kreviazuk se apoya en su piano principalmente y habla de no dejar irse a alguien, de no querer que se vaya y una vez, cuando es inevitable y ya se ha ido para siempre, creer que ha dejado poso en la persona que se queda, que de alguna manera está dentro de ella. Y All I Got es una declaración de amor a su marido el músico y compositor canadiense Raine Maida, que ha producido y mezclado algunas de las mejores canciones del álbum.
De los dos singles de adelanto: Into Me, es una canción muy luminosa en la que Kreviazuk se apoya en su piano principalmente y habla de no dejar irse a alguien, de no querer que se vaya y una vez, cuando es inevitable y ya se ha ido para siempre, creer que ha dejado poso en la persona que se queda, que de alguna manera está dentro de ella. Y All I Got es una declaración de amor a su marido el músico y compositor canadiense Raine Maida, que ha producido y mezclado algunas de las mejores canciones del álbum.
Chantal Kreviazuk escribió una página en la historia de la música reciente como intérprete y compositora emergente en la década de los 90. Siempre recordaremos canciones como Surrounded, Wayne, God Made me, Green Apple, Far Away, Time, All I can Do o What if it all means something entre otras muchas. Canciones que hemos escuchado mil veces, en mil películas americanas -a pesar de que Kreviazuk es canadiense- como ocurrirá con los dos nuevos singles que os hemos colgado en esta entrada. Nosotros desde EXQUISITECES la seguimos recomendando. Es una de nuestras debilidades.
2 comentarios:
Qué voz tan bonita, y qué potente!
Con tu introducción has conseguido que empatice con ella, y me ha resultado desgarradora con Into me.
Luego ha llegado la calma con All I got.
Gracias, gato
@ Maria
Chantal Kreviazuk es una de mis cantautoras preferidas, aunque tengo la sensación de que su carrera se ha estancado un poco. Porque me gustaría que escuchases "Under These Rocks And Stones" su álbum debut, que es una pequeña obra maestra.
El mayor mérito de este nuevo trabajo es que está hecho con las vísceras y rezuma muchísima verdad. Pero Chantal Kreviazuk es tan sumamente buena, que yo le exijo mucho más. Y venir siete años después con un álbum de once cortes, me sabe a muy poco. Aunque en estos años yo no he dejado de escuchar sus discos anteriores.
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