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viernes, 11 de junio de 2021

LIZ PHAIR HA VUELTO... Y ESTA VEZ, SE QUEDA.

 

Hace once años que hablamos por última vez de LIZ PHAIR, le dedicamos un artículo dividido en dos partes en el que comentábamos su carrera disco a disco. Aquí y Aquí. El pretexto fue el lanzamiento de Funstyle (2010) un álbum complicado desde el principio, que finalmente autoeditó la propia Liz Phair y pudo lanzarse en formato físico. Debido a sus feroces críticas y su mínima repercusión, Phair ha estado callada todo este tiempo. Es cierto que echando un vistazo a todo lo que ha hecho, podemos decir que su carrera ha sido bastante irregular, si bien es cierto que siempre será la autora de Exile In Guyville (1993), eso es algo que nadie podrá quiarle nunca. Un álbum que escribió una página en la historia de la música y que continua siendo un disco de culto al que se le suman adeptos con el paso del tiempo y cuyas numerosas reediciones con suculentos extras se venden mucho más ahora que cuando se editó. Pero ese honor también ha pesado como una losa y no la ha dejado evolucionar, o mejor dicho, los críticos no han querido ver evolución alguna en cada uno de sus trabajos posteriores. Siempre aparece la sombra de Exile In Guyville (1993) en cada nuevo trabajo que emprende. Nosotros quisiéramos hacer un ejercicio a la hora de enfrentarnos a SOBERISH su último y nuevo trabajo para un sello discográfico importante (Chrysalis) y producido por Brad Wood. Vamos a intentar quitarnos prejuicios e imaginar que Exile In Guyville (1993) nunca ha existido. Creo que llegados a este punto, va a ser bueno para ella y para todos. Entre otras cosas porque seguimos pensando que ni Exile In Guyville (1993) es tan sumamente bueno como nos han contado siempre, ni sus otros discos tan criticados, odiados y denostados, tan sumamente horribles como también nos han contado siempre.

 

 

En cuanto a SOBERISH es sin duda su mejor trabajo en los últimos 21 años. Phair está especialmente inspirada y ha sido capaz de darnos un buen puñado de buenos temas. Aunque no es ningún secreto que siempre ha tenido esa chispa a la hora de componer canciones que se te quedan grabadas bien por sus letras o por sus melodías. Phair siempre fue una rockera y esa es su zona de confort, conoce el género mejor que nadie. Tendría su propio lugar en el Olympo de las rockeras junto a Chrissie Hynde, Pat Benatar o Debbie Harry. SOBERISH es un disco con reminiscencias noventeras que suena muy fresco y creemos que la vuelta de Liz Phair con este trabajo es de lo más oportuna. Estamos atravesando una de las mayores crisis de la historia, no somos los mismos que hace un año y medio y tampoco somos mejores. Si vuelvo a escuchar al próximo imbécil diciendo que esta mierda nos está haciendo mejores, le pienso dar una hostia en la cara con la mano bien abierta, que ni la mascarilla FFP2 más sofisticada va a amortiguar el golpe. Y justo porque nos sentimos así, este disco es oportuno. No solo recuerda momentos muy felices del pasado, también nos hace pensar que no todo está pedido y que pronto vamos a volver a recuperar todos esos momentos. Aunque esa es una lectura muy personal.

 

 


La mayoría de las críticas han sido favorables, aunque no todas han sido unánimes. En lo único que sí ha existido la unanimidad ha sido en celebrar que alguien como LIZ PHAIR regrese a la música. La mejor crítica proviene de NME con un 100 sobre 100 y otros medios como Entertainment y Under The Radar la han valorado con un 91 y un 85 sobre 100 respectivamente. AllMusic, The Independent y PopMatters con un 80 sobre 100 Rolling Stone, Pitchfork y Uncut con un 70 sobre 100. Y luego los que siguen obcecados con la sombra de Exile in Guyville (1993); Slant con un 50 sobre 100 y la peor nota y la crítica más cruel es la de The Observer con un 40 sobre 100, etiquetando SOBERISH de mediocre. Finalmente obtiene un 76 sobre 100 de media y consigue ponerse en el ojo del huracan porque es el disco que más atención mediática ha despertado en su lanzamiento en los últimos meses. Para nosotros es un claro 90 sobre 100 y una vuelta a la música para quedarse, da igual que utilice viejos esquemas noventeros de empoderamiento del girl power. Es un disco totalmente inspirador y otra de las lecturas personales que hacemos es que no ha sido una casualidad. Ojalá tuviéramos noticias de Liz Phair cada año con discos tan buenos como este.

 

 


MEDIA DE LA CRÍTICA: 76/100

VALORACIÓN EXQUISITECES: 90/100

2 comentarios:

Alberto Secades dijo...

La verdad es que el disco está muy bien.
Pero confieso que no me había dado cuenta de que llevaba tanto tiempo sin publicar nada.

Gracias

MIDAS dijo...

@ Alberto Secades

Yo más que no darme cuenta, se me han pasado estos once años que lleva sin editar, volando. Te aseguro que yo tampoco era muy consciente de que habían pasado once años desde Funnystile que era un disco difícil de colocar, y eso era algo que sabía la propia Liz Phair y lo sabíamos todos. A mi los dos discos que hizo con Capitol antes de Funnystile (2010), que los pusieron a caer de un burro, son dos discos que me gustan especialmente. Había estado sin sello discográfico potente -Funnystile fue autoeditado- desde entonces hasta este fichaje de Chrisalis que nos la ha devuelto y que espero que vengan más discos igual de buenos que Soberish o mejores y que nos vayamos olvidando un poco de Exile in Guyville o asumir que es cosa del pasado.

Un fuerte abrazo y espero que estés bien

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