Hemos escrito tantísimo sobre INGRID MICHAELSON que en cada entrada que le dedicamos se nos hace más difícil no repetirnos. Se ha editado recientemente IT DOESN´T HAVE TO MAKE SENSE su séptimo álbum de estudio después del ambicioso Lights Out que se podría considerar uno de sus álbumes que mejor funcionaron en ventas. Recordemos que aunque no lo parezca, Michaelson es una artista indie. Y queremos hacer hincapié en lo de "aunque no lo parezca". Porque Ingrid Michaelson tiene el don de componer grandes canciones, singles potenciales. Ningún corte está de relleno en sus discos y cualquiera de ellos, interpretados por una de esas artistas que manejan el cotarro de la comercialidad (Perry, Gaga, Rihanna, Swift...), podría ser un Nº1 global. Estamos seguros que algún día también sucederá con un tema compuesto e interpretado por ella misma. Pero su nombre debería sonar mucho más al gran público para ello.
Ya hemos dicho muchas veces que lo que Ingrid Michaelson hace es tan sumamente bueno, que parece que es muy fácil de hacer. Y quizás no se valore lo suficiente por eso.
Ya hemos dicho muchas veces que lo que Ingrid Michaelson hace es tan sumamente bueno, que parece que es muy fácil de hacer. Y quizás no se valore lo suficiente por eso.
Este disco que ha producido musicalmente la propia Ingrid Michaelson se titula "No tiene que tener sentido" y nos sabe a muy poco. Solo son diez cortes: treinta y cuatro minutos de vuestro tiempo. Y aunque a algunos les pueda suponer un frenazo frente a los catorce cortes de Lights Out (2014), ya le decimos nosotros que no. Solo hay que escuchar las dos primeras (brillantísimas) canciones -De las que hemos incluido una, arriba- para saber que estamos ante uno de los mejores álbumes de la carrera de Ingrid Michaelson.
Pero claro... El single de presentación con Hell No, es la canción más complaciente del disco. Y no queremos decir con eso que sea una mala canción. Es todo un hit, pero no es representativa del resto del álbum que está repleto de las más bellas baladas intimistas de su carrera. Esta elección del primer single contribuye a que se redunde en la idea que comentábamos al principio sobre que lo que ella hace parece demasiado sencillo. Y en este trabajo descubrimos nuevos registros de la artista y apreciamos una nueva progresión en el apartado compositivo. Son otros dos peldaños arriba desde Human Again (2012), álbum con el que está emparentado este maravilloso It Doesn't Have To Make Sense.
Os invitamos a que profundicéis en este trabajo y en su excelente discografía para descubrir que precisamente sus canciones son muy grandes, a pesar de las apariencias.
Nos volvemos a repetir una vez más cuando decimos que probablemente Ingrid Michaelson sea la músico, ínterprete y compositora más brillante y con más talento de su generación. Y que cada nuevo disco suyo es mejor que el anterior. Con Michaelson no existen los altibajos, siempre en dirección ascendente. Y este trabajo, paradójicamente, sí que tiene mucho sentido.
Nos volvemos a repetir una vez más cuando decimos que probablemente Ingrid Michaelson sea la músico, ínterprete y compositora más brillante y con más talento de su generación. Y que cada nuevo disco suyo es mejor que el anterior. Con Michaelson no existen los altibajos, siempre en dirección ascendente. Y este trabajo, paradójicamente, sí que tiene mucho sentido.
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