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lunes, 5 de noviembre de 2018

BARBRA STREISAND SIN FILTROS.


No hace falta demasiado para entender a BARBRA STREISAND y empatizar con ella, todos tenemos madres y abuelas y todos hemos notado que cuanto mayores se hacen, llega un momento en el que la sinceridad se vuelve más auténtica que nunca, si cabe y te sueltan todo lo que les viene en mente a bocajarro y sin filtros. Una razón para quererlas más de lo que las queremos, por otro lado. Porque siempre vamos a tener sus voces y sabiduría como referencia. 
A BARBRA STREISAND le ocurre como a esas muchas madres y abuelas. Ha conseguido tener un nombre y una posición en el Show Business que ha mantenido durante más de seis décadas y ahora a sus 76 años es capaz de presentarnos un disco como WALLS -El Nº36 de su carrera- sin sonrojarse.
Y cuando decimos esto no nos referimos a que nos parezca mal que utilice sus canciones nuevas para enmendarle la plana al Sr. Trump. La Streisand siempre se ha caracterizado por ser el azote de los Republicanos y eso es algo que no solo no nos extraña. Es que nos encanta. No sería ella sin una reivindicación política de fondo. Para los que no sepan inglés, WALLS significa "Muros". Una palabra que puede dar pie a metáforas varias. Pero en este disco una de sus claras acepciones tiene más que ver con el presunto Muro entre México y USA del señor Trump. Protagonista implícito de su primer single Don't Lie To Me.





A lo que nos referimos cuando decimos que es capaz de presentar un disco como WALLS sin sonrojarse es cuando nos encontramos con un medley (o refrito) de dos clásicos intocables como Imagine de Lennon / Ono y What a Wonderful World de Thiele / Weiss. Las dos canciones pegadas en una, con una sobreproducción muy edulcorada.
Cuando la escuchamos por primera vez solo pudimos articular cuatro palabras: "Con todo su coño". Y perdón por la vulgaridad en un blog que se llama Exquisiteces. Pero es que todo lo que viene haciendo la Streisand en los últimos años se puede resumir con esas cuatro palabras. No había ninguna necesidad de grabar esas dos canciones y de esa manera. Pero al que no le guste, que no la escuche. Ella como Diva, está muy por encima de lo que piensen los críticos musicales o el público en general y se regala estas pequeñas excentricidades autocomplacientes porque se lo puede permitir.




En circunstancias normales no habríamos reseñado este disco que supone uno más en una brillante carrera de más de cincuenta años. Hemos decidido hablar de BARBRA STREISAND porque después de la pérdida de la gran Aretha Franklin, las Divas de verdad están en vías de extinción y cuando Barbra nos deje, se habrán acabado para siempre. Y como es una intérprete a la que tenemos cierto cariño porque ha estado muy presente en nuestra antigua sección de "Versiones", nos apetecía escribir algo sobre ella ahora que está viva (y mucho). Por eso mismo queremos darle a este post carácter de homenaje y tampoco vamos a valorar numéricamente a WALLS, ni a recoger su recepción crítica. Es que es cierto que la Streisand está muy por encima de todos esos formalismos para bien o para mal.






Sobre el disco... Musicalmente todos coinciden en que la Streisand tiene una de las mejores voces del planeta. Pero aún así despierta tantos amores como odios. Para los que la aman, en este disco hay canciones nuevas que están muy por encima de la media de la última vez que la Streisand grabó material inédito. De hecho, ella misma ha co-escrito tres de los cortes más jugosos del álbum.
A pesar de que no se prodiga demasiado en la composición, los pocos temas que ha compuesto a lo largo de su carrera son algunos de sus mejores temas: Evergreen, I Finally Found Someone





El resto del disco viene salpicado con canciones clásicas como las ya comentadas Imagine / What a Wonderful World o What The World Needs Now de Bacharach / David o algún corte de sus compositores de cabecera Alan y Marilyn Bergman. El colofón del álbum es un viejo tema que siempre suele cantar en sus conciertos pero que nunca antes había grabado con tanta emotividad. Nos referimos a Happy Days Are Here Again de Ager / Yellen. Un tema esperanzador del que si hacemos una nueva lectura se puede interpretar como la celebración de que la Era Trump tiene los días contados.



2 comentarios:

María dijo...


Siempre me ha gustado la voz y la sensibilidad de esta mujer.

MIDAS dijo...

@ María

Creo que si a Barbra Streisand no le llaman "La Voz" es porque ya estaba cogido (Sinatra) y en que es una gran voz es algo en lo que todo el mundo está de acuerdo.

La verdad es que llevaba un tiempo sacando discos alimenticios con sus canciones de siempre, bien sola o acompañada, que se vendían como churros. Porque en el presente, Barbra vende más discos que los que vendía en la época de su gran éxito "Guilty" con Barry Gibb y el clásico intemporal "Woman in Love". Y su público es del que compra el Cd físico. Nada de descargas que son más baratas. Más que nada porque tiene una edad que les resulta más fácil ir a una tienda a comprar el cd que descargárselo en Internet.

Pero lo que quería decir es que este no es un disco alimenticio. Aunque echa mano de canciones conocidas e innecesarias algunas, también recoge material inédito y hacía años que no grababa material inédito -lo hace con cuentagotas y cuando lo hace suele ser bueno y concretamente el de este álbum es bastante mejor que la última vez que grabara algo inédito que si mal no recuerdo creo que fue el retorno con Barry Gibb con "Guilty Pleasures" que fue bastante flojo-


Es una leyenda viviente y probablemente sea la única diva de verdad que queda.

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