NUESTROS CÓMPLICES:

miércoles, 29 de octubre de 2025

PRESENTANDO A EMMA SWIFT

 


Hace unas semanas cuando hablamos sobre Chitra, os prometimos que nos quedaba una artista australiana por reseñar. Ella es EMMA SWIFT que ha irrumpido con su segundo álbum de estudio titulado titulado THE RESURRECTION GAME que prácticamente es como si fuera un debut porque la primera grabación de Swift fue un album de covers de canciones de Bob Dylan titulado Blonde On The Crack (2020). La crítica ya atisbó con este trabajo el potencial inmenso que tenía EMMA SWIFT. Normalmente cada vez que hacemos una reseña de una artista australiana repasamos el panorama de la escena indie de aquel país y la cantidad de cantantes y compositoras australianas interesantes que están surgiendo. Pero hoy nos lo vamos a ahorrar porque no creemos que sea necesario ya que EMMA SWIFT lo único que tiene en común con ellas es su origen. Nació en Sydney, pero reside en Nashville. Se mudó hace años, y buena parte de su obra ha sido grabada, producida o inspirada desde la cuna del Country. Eso la conecta más con la tradición americana del folk, el alt-country y el pop barroco que con la ola australiana más cruda o minimalista. También tiene conexiones con el pop británico más depurado porque su pareja es Robyn Hitchcock, figura clave del post-punk psicodélico inglés. Eso la ancla al chamber pop británico, al folk-rock introspectivo de los 70s (Sandy Denny, Nick Drake), e incluso a una cierta teatralidad emocional a lo Kate Bush. Tiene también ese tono elegante, algo distante y melancólico, más cercano a la sensibilidad inglesa que al cinismo brillante de una Courtney Barnett o una Julia Jacklin. Porque muchas cantautoras del indie australiano tienen un tono irónico, crudo, a veces hasta sarcástico o punk. EMMA SWIFT en cambio, tiene un enfoque más emocional, literario, confesional. Es más cercana en espíritu a una Laura Marling o una Aimee Mann que a sus compatriotas generacionales. Aunque nosotros hemos encontrado ciertas similitudes con Chloe Foy. Porque donde Rowena Wise, Chitra o Julia Jacklin a menudo trabajan con un sonido íntimo y contenido, Swift abraza los arreglos orquestales, cuerdas, reverbs amplios, una producción mucho más estilizada lo que la acerca al pop barroco o al folk cinematográfico al igual que Foy. Tanto EMMA SWIFT como Chloe Foy trabajan desde una melancolía más emocional que política, con un lenguaje poético, introspectivo, y un sonido que se apoya en arreglos suaves, envolventes, muchas veces con cuerdas o atmósferas orquestadas. No encontraremos sarcasmo, ni rabia contenida, ni ese toque coloquial aussie de muchas de las citadas autoras australianas. Swift tiende a elegir una producción más elegante, incluso clásica, en el sentido de cuidar cada textura y cada instrumento secundario. La última coincidencia con Chloe Foy es que Swift escribe con una sensibilidad casi literaria, no tanto buscando lo confesional directo ni lo anecdótico. 



Las narrativas de THE RESURRECTION GAME están marcadas por su origen. Cuentan que EMMA SWIFT sufrió un problema de salud mental hace dos años que ella misma describe como un "colapso nervioso" que implicó hospitalización y un periodo largo de recuperación. Gran parte del álbum está inspirado por ese período oscuro (emocional, mental) y por cómo ella enfrentó ese dolor, buscando reconstruirse, entenderse y reconciliarse consigo misma. En cuanto al tono, es melancólico, íntimo, confesional, incluyendo momentos de reflexión, duda, dolor pero también rayos de esperanza. No es un álbum feliz, pero tampoco es un álbum en el que reine la desesperación. Los temas que trata van desde la identidad, autoaceptación, vulnerabilidad, amor, pérdida, fé, espiritualidad, dualidad... El álbum ha sido producido por Jordan Lehning y fue grabado entre Nashville y el Reino Unido. Lo que refuerza nuestra teoría de que EMMA SWIFT no suena “australiana” en el sentido en que suena gran parte del indie-folk del país. Es más una exiliada sonora, que ha encontrado su voz mezclando raíces norteamericanas y británicas,  La crítica ha reaccionado muy positivamente hacia este trabajo. No ha recibido valoraciones bajas y su media es de un 83 sobre 100. Spill Magazine le otorga un 90/100 y Uncut, Mojo y God Is In The Tv un 80/100. Por nuestra parte tenemos que decir que con THE RESURRECTION GAME, EMMA SWIFT entrega un disco profundamente honesto, construido desde la fragilidad emocional y una escritura introspectiva que evita lugares comunes. Aunque su tendencia hacia la grandilocuencia y la producción cinematográfica puede chocar con ciertos gustos más minimalistas, lo cierto es que el álbum funciona como un reloj suizo: cada arreglo, cada pausa, cada crescendo emocional está milimétricamente colocado. Esa precisión, lejos de restarle autenticidad, refuerza su apuesta estética. Puede que no sea un disco de sencillez, pero sí de verdad. Y por eso no podemos valorarlo por debajo del 90 sobre 100



MEJORES MOMENTOS: No Happy Endings, Beautiful Ruins, Nothing And Forever, Going Where The Lonely Go, 

MEDIA CRÍTICA: 84/100

NUESTRA VALORACIÓN: 90/100


No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...