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miércoles, 5 de noviembre de 2025

OCIE ELLIOTT: UNA PEQUEÑA JOYA DEL FOLK CONTEMPORÁNEO.

 


Detrás de OCIE ELLIOTT se esconde el dúo canadiense de indie folk formado por John Middleton y Sierra Lundy.. El nombre de OCIE ELLIOTT surgió de una combinación: Middleton halló el nombre “Ocie Cleve” en un generador de nombres de los años veinte inspirado por la fascinación de Lundy con aquella época, y cambiaron "Cleve" por “Elliott” en referencia al cantautor Elliott Smith. Nosotros no estamos muy seguros de que fuera el mejor nombre para un dúo porque BUNGALOW es su tercer álbum de estudio y su nombre todavía genera cierta confusión. Muchos piensan que OCIE ELLIOTT es como un Damien Rice y que Sierra Lundy es su Lisa Hannigan en la sombre y nada más alejado de la realidad. Aunque ya que los hemos citado, la música de OCIE ELLIOTT está emparentada directamente con Rice, Hannigan y otros dúos con mucha química que se han celebrado mucho en este blog como Lewis & Leight, The Swell Season o la colaboración entre Jesca Hoop y Sam Beam. Todos tienen en común que hablamos de folk acústico íntimo, con armonías cuidadas, guitarras suaves y voces que se entrelazan. Aunque en el caso de OCIE ELLIOTT hay que recordar que son canadienses y los referentes de los que hemos hablado son europeos o americanos. Y aunque hay un extenso debate sobre que los músicos canadienses se adaptan a todos los géneros sin aportar nada idiosincrático, nosotros no estamos de acuerdo. A nosotros nos parece que precisamente esa cualidad “sin acento” de los músicos canadienses es lo que hace interesante a OCIE ELLIOTT. Su sonido no busca una identidad cerrada ni una marca de estilo reconocible a la primera escucha; más bien se construye desde la apertura, desde la capacidad de absorber influencias y devolverlas con una delicadeza que no pertenece a ningún lugar en concreto. Hay en su música algo del paisaje de su país: amplitud, sosiego, una especie de silencio que deja espacio para respirar. No hay dramatismo ni exceso, sino una calma que parece brotar de un entorno donde el invierno enseña a hablar en voz baja. Si los artistas europeos tienden a la sofisticación y los estadounidenses al desgarro emocional, OCIE ELLIOTT representan otra forma de sensibilidad: una emocionalidad contenida, empática, que no necesita imponerse. Esa moderación, tan canadiense, les permite tender puentes entre tradiciones sin perder sinceridad. Quizá ahí esté su idiosincrasia: en hacer de la mezcla una forma de identidad, en sonar familiares sin ser imitativos. Su folk no es el de los grandes paisajes ni el de la nostalgia de raíz; es un folk doméstico, casi artesanal, que encuentra la belleza en lo pequeño. En BUNGALOW, esa identidad canadiense se percibe más depurada que nunca. El disco parece hecho desde la quietud, con una producción que privilegia la cercanía y deja que cada respiración, cada roce de cuerda, tenga su lugar. Es un trabajo que no busca sorprender ni romper moldes, sino acompañar. En esa elección consciente de la mesura hay una madurez artística: OCIE ELLIOTT ya no necesitan probar de qué escuela vienen, porque su música ha encontrado su propio centro. Su manera de grabar y de cantar mantiene ese equilibrio entre lo íntimo y lo universal, entre el refugio y la apertura. Escuchar BUNGALOW es como asomarse a un pequeño universo donde todo está en calma, pero nada está vacío. Esa serenidad, que podría confundirse con neutralidad, es en realidad una toma de posición estética muy clara: la de quienes confían en la sencillez, en la emoción sin artificio. Y tal vez sea esa sensibilidad —discreta, cálida, profundamente humana— la que mejor define lo canadiense en su música.   


A pesar de esa madurez sonora, BUNGALOW ha pasado casi inadvertido en los medios. Sorprende que un trabajo tan coherente y cuidado apenas haya generado reseñas o críticas formales; de hecho, en el agregador de críticas Albumoftheyear.org no hay valoraciones de ningun medio importante. Sin embargo, el público sí ha respondido: varias de sus canciones superan ya el millón de reproducciones. Es un contraste revelador —una música que crece en silencio, sin promoción ruidosa, pero que encuentra su lugar en la escucha íntima de miles de personas. Quizá eso también diga algo de su propuesta: no buscan la exposición, sino la conexión. En cuanto a la producción, BUNGALOW confirma el estilo minimalista que siempre ha caracterizado al dúo. Todo parece grabado con la cercanía de una sesión doméstica: guitarras limpias, percusiones apenas sugeridas, voces que suenan tan próximas que casi se confunden con el ambiente. Esa cercanía técnica refuerza la sensación de complicidad entre ambos, algo que se traslada naturalmente porque John Middleton y Sierra Lundy son pareja también fuera del escenario. Su vínculo personal no se exhibe como argumento comercial, pero se percibe en la forma en que se escuchan, se dan espacio y se sostienen vocalmente. Esa química, más que un gesto romántico, funciona como un principio estético: la intimidad como método de grabación. Por nuestra parte, BUNGALOW merece un 90 sobre 100. No llega al sobresaliente absoluto por una razón muy concreta: la brevedad. Entendemos que la tendencia actual apuesta por discos de ocho o nueve canciones, casi como si los álbumes se hubieran adaptado a los tiempos de la atención corta y el streaming, pero a nosotros nos sigue pareciendo que un largo debería tener al menos diez pistas. Con diez o doce canciones al nivel de las nueve que incluye BUNGALOW, no habríamos dudado en darle el 100/100. Quizá sea una cuestión generacional o de costumbre, pero sentimos que un álbum tan sólido y tan bien construido merecía más recorrido, más tiempo dentro de su propio universo. Porque lo que han hecho OCIE ELLIOTT con BUNGALOW es precisamente eso: construir un pequeño mundo de calma y conexión emocional en medio del ruido. Y aunque el disco se haga corto, deja la sensación de haber estado en un lugar cálido y verdadero, donde todo encaja sin necesidad de grandes gestos. Si ser canadiense significa hacer música así —sutil, íntima, sin artificio—, entonces pocos dúos lo representan con tanta honestidad.



MEJORES MOMENTOS: By The Way y Feeling Fine son sus dos canciones más reproducidas, pero merece la pena escuchar el álbum entero de principio a fin y sin usar el modo aleatorio.

MEDIA CRÍTICA: ----

NUESTRA VALORACIÓN: 90/100

OCIE ELLIOTT estará de gira por España en Diciembre con tres fechas confirmadas: 4 de diciembre en Barcelona (Sala La 2 de Apolo); 5 de diciembre en Valencia (Jerusalem Club); 6 de diciembre en Madrid (Sala Copérnico) 

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