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lunes, 10 de noviembre de 2025

OKLOU: EL PODER DEL BOCA-OREJA.

 


Bajo el nombre de OKLOU se esconde Marylou Mayniel una cantante, compositora, músico de formación clásica y productora francesa que comenzó a llamar la atención con la publicación de una mixtape titulada Galore (2020). Después de varios sencillos y de que se hiciera un hueco en los circuitos de música electrónica, publica su álbum debut, CHOKE ENOUGH, el pasado mes de febrero. Un dato que conviene subrayar porque es un disco que ha funcionado muy bien gracias a los blogs independientes y al boca-oreja, y que en este preciso momento se perfila como uno de los favoritos para aparecer las listas de los mejores álbumes del 2025. En CHOKE ENOUGHOKLOU construye un territorio sonoro difícil de clasificar, un espacio en el que los límites entre géneros se disuelven con naturalidad. El disco se mueve entre la electrónica ambiental, el pop experimental y ciertos ecos del hiperpop, pero también deja entrever la formación clásica de la artista francesa, que aparece filtrada en armonías de cuerda, líneas melódicas casi barrocas y un sentido del dramatismo más propio de la música de cámara que del club. La base electrónica nunca resulta fría ni mecánica: OKLOU la trata como una materia orgánica, moldeable, capaz de respirar. En algunos momentos se acerca al dream pop y al R&B contemporáneo, en otros a un trance ralentizado, y a menudo combina todo ello con texturas acuáticas y reverberaciones que dan la sensación de estar escuchando bajo el agua o dentro de un sueño. La producción de Casey MQ, Danny L Harle, A.G. Cook y la propia OKLOU, es minuciosa y envolvente, busca más sugerir que imponer: los crescendos son discretos, las percusiones se difuminan y las melodías parecen flotar, suspendidas. En cuanto a las narrativas, CHOKE ENOUGH actúa como un diario emocional velado. OKLOU escribe sobre la vulnerabilidad, el deseo, la pérdida y la reconciliación consigo misma, pero lo hace de forma casi impresionista, sin recurrir a la literalidad. Sus letras funcionan como fragmentos de pensamiento o sensaciones: imágenes de fuego, agua, viento o luz se repiten como símbolos de transformación y renacimiento. Hay una constante tensión entre lo íntimo y lo trascendente, como si cada canción intentara convertir una emoción personal en un pequeño rito. El álbum también puede leerse como un viaje de madurez: parte del desconcierto y la asfixia —esa “falta de aire” que sugiere el título— para acabar encontrando cierta calma o aceptación. No hay una narrativa lineal, sino una sucesión de estados de ánimo, de paisajes emocionales que se abren y se cierran lentamente. En definitiva, CHOKE ENOUGH es una obra que combina lo sensorial y lo espiritual, lo digital y lo humano. OKLOU convierte la electrónica en un lenguaje de confesión, y el pop en una experiencia de escucha casi meditativa. Es un disco que no busca deslumbrar, sino envolver, y que deja la sensación de haber asistido a algo frágil, sincero y, sobre todo, profundamente suyo. 



Escuchando este trabajo resulta inevitable pensar en Christine And The Queens. Aunque no han trabajado nunca juntas —y Christine llevaba ya unos cuantos años en la brecha antes de la aparición de OKLOU—, comparten más que la nacionalidad y un mismo ecosistema creativo. Tanto Christine and the Queens como OKLOU muestran una clara alergia por el pop prefabricado y una necesidad de controlar cada aspecto de su obra, desde la composición hasta la producción y la puesta en escena. Ambas entienden la electrónica como una herramienta expresiva, no como un artificio, y convierten la vulnerabilidad y la búsqueda de identidad en el centro de su discurso artístico. Además, han compartido colaboradores del entorno de A. G. Cook y la esfera del pop experimental contemporáneo, lo que refuerza el parentesco estético entre sus universos. Podríamos hablar de una corriente franco-europea de pop experimental, sensible y digital, que tiene en ellas a dos de sus figuras más visibles y coherentes.La recepción crítica de CHOKE ENOUGH ha sido notablemente positiva: Spectrum Culture (90/100), Paste (88/100), Pitchfork, The Skinny y Dusted (80/100), y Sputnikmusic (72/100). Aunque The Needle Drop discrepa del resto con un 40/100, la media en Albumoftheyear.org se sitúa en un 75 sobre 100, mientras que Metacritic le otorga un 84/100.  Nuestra nota para CHOKE ENOUGH es de un 85 sobre 100. No es un disco complaciente con el oyente medio: requiere tiempo, escucha atenta y disposición para dejarse llevar por sus matices. En algunos tramos quizás se adentre demasiado en la experimentación, pero ahí radica también su autenticidad. Lo interesante es que, pese a su carácter poco accesible, está siendo muy reivindicado por el público. A veces ocurren estos fenómenos: cuando el mercado parece premiar lo fácil o lo formulado, surge una obra honesta y arriesgada que conecta precisamente por ir a contracorriente. CHOKE ENOUGH es, en muchos sentidos, la excepción que confirma la regla. 






MEJORES MOMENTOS: choke enough, family and friends, endless, thank you for the according, take me by the hand...

MEDIA CRÍTICA: 75/100 albumoftheyear.org 84/100 metacritic

NUESTRA VALORACIÓN: 85/100




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